Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Esposa: Zenaida Bonaparte. Hijo de Lucien Bonaparte y por tant sobrino carnal de Napoleón I. Tras crecer en Italia, se casó con su prima Zenaida, hija del ex rey de España José I, y ambos se fueron a vivir a los Estados Unidos. Reconocido ornitólogo, bautizo un género de palomas llamado Zenaidas en honor a su esposa.

  2. 20 de nov. de 2021 · Napoleón III, que quería estrechar lazos con Austria, piensa que Maximiliano de Habsburgo, el hermano del emperador austriaco, Francisco José, es el candidato ideal para ocupar el trono de México.

  3. 27 de ene. de 2018 · Su cuerpo se repatrió a Inglaterra a fin de que recibiera sepultura junto a su esposo y su hijo. Eugenia de Montijo, la emperatriz, había muerto y comenzaba la leyenda. Napoleón. La esposa española de Napoleón III vivió los fastos del II Imperio francés, pero también la tristeza del exilio y el dolor por la muerte de su hijo, último ...

  4. 21 de ene. de 2024 · Eugenia de Montijo, la emperatriz española de Francia. Como esposa de Napoleón III, la española Eugenia de Montijo se convirtió en símbolo del Segundo Imperio francés, una época de esplendor y transformación, pero también de derroches y frivolidad.

  5. 15 de mar. de 2024 · Napoleón se sintió feliz con su nueva y sumisa esposa, que pronto le dio un heredero, el futuro duque de Reichstadt –Napoleón II para los bonapartistas–, quien moriría en Viena a los 21 años, en 1832. En cuanto a Josefina, el emperador se comportó mejor como exmarido que como marido y mantuvo con ella una relación cariñosa.

  6. Enciclonet. Napoleón III Bonaparte. Emperador de Francia (1808-1873) Emperador de los franceses, desde 1852 hasta 1870; nacido en París, el 20 de abril de 1808, y muerto en Chislehurst, Kent, el 2 de enero de 1873. Tercer hijo de Luis Bonaparte, rey de Holanda, y de su esposa Hortensia de Beauharnais. En 1810 su madre se separó de Luis ...

  7. Eugenia de Montijo, la emperatriz española de Francia. Como esposa de Napoleón III, la española Eugenia de Montijo se convirtió en símbolo del Segundo Imperio francés, una época de esplendor y transformación, pero también de derroches y frivolidad.