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  1. La Mariscala: Una gran historia de amor en la corte de Maximiliano y Carlota., de Loaeza, Guadalupe. Serie Booket Editorial Booket México, tapa blanda en español, 2022. por el SOTANO. $ 388. en. 24x. $ 23. Envío gratis. Maximiliano Y Carlota.

  2. 7 de jun. de 2020 · Carlota de México: quién fue la primera gobernante del país Educada para gobernar, la princesa Carlota de Bélgica vio una respuesta a sus deseos de poder en el naciente imperio en México en 1864.

  3. Este documento contiene 4 cartas escritas por Maximiliano y Carlota a Domingo Bureau, prefecto político de Veracruz, México entre 1866 y 1865. Las cartas tratan sobre el nombramiento de Bureau como comisario en Yucatán, agradecimientos a los habitantes de Veracruz por su recibimiento, condolencias por una pérdida y disposiciones sobre el mantenimiento de una escuela fundada por Carlota.

  4. tar y por la prosperidad de ese Departamento confiado á vuestra lealtad. Recibid la espresion de Mi benevolencia. Carlota A Dn Domingo Bureau, Prefecto político de VaCruz. j IV Mi estimado Señor Bureau, He recibido con el correo americano que acaba de llegar acá su carta de 9 d Julie coo n el interesante artículo relativo al cumpleaños ...

  5. Maximiliano y Carlota desembarcaron en el puerto de Veracruz el 28 de mayo de 1864, mientras el gobier- no constitucional republicano de Benito Juárez se en- contraba establecido en Monterrey. El Segundo Imperio fue un régimen de facto que gobernó en las regiones bajo su control.

  6. 7 de abr. de 2024 · El 10 de abril de 1864, Maximiliano de Habsburgo anunciaba desde su castillo de Miramar que aceptaría el trono mexicano, embarcándose rumbo a Veracruz donde llegaría el 28 de mayo de 1868, siendo recibidos con frialdad debido a que Veracruz se encontraba bajo una epidemia. Maximiliano I y Carlota llegan al Puerto de Veracruz.

  7. Según una carta que Carlota escribió a la condesa d’Hulst, documentada por la investigadora y traductora alemana Susanne Igler, parece que la princesa convenció a Maximiliano, quien tenía sus reservas del proyecto; pues para ella era una “misión divina” que ambos debían cumplir, en la que podrían “fundar una dinastía y ocuparse del bienestar de un pueblo”.