Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. El gigante egoísta. Por fin, la primavera llegó. La nieve y la escarcha desaparecieron y las flores tiñeron de colores la tierra. Los árboles se llenaron de brotes y los pájaros esparcieron sus canciones por los campos, excepto en el jardín del gigante. Allí la nieve y la escarcha seguían helando las ramas desnudas de los árboles.

  2. veían; y el gigante se puso muy triste. Todas las tardes, cuando terminaban las clases, los niños iban a jugar con el gigante. Pero al pequeño a quien él amaba no se le volvió a ver. El gigante era muy cariñoso con todos los niños; sin embargo, echaba en falta a su primer amiguito, y a menudo hablaba de él.

  3. Cuento: El gigante egoísta. Hace muchos años, en un pequeño pueblo, existían cinco niños muy amigos que cada tarde salían a jugar al bosque. Los pequeños correteaban por la yerba, saltaban a los árboles y se bañaban en los ríos con gran felicidad. En realidad, eran muy unidos y les gustaba sentirse en compañía de los animales y el ...

  4. Escucha el relato del cuento del gigante egoísta. Ahora también puedes escuchar narrado este precioso cuento de Oscar Wilde, ‘El gigante egoísta’. Utiliza este reproductor o bien, también puedes escucharlo en el canal de cuentos infantiles de Tucuentofavorito, en donde encontrarás muchos más podcast con cuentos infantiles maravillosos.

  5. El gigante egoísta es un cuento de hadas escrito por el poeta, escritor y dramaturgo británico-irlandés Oscar Wilde. Fue publicado por primera vez en Londres(1888) en El Príncipe Feliz y otros cuentos junto a otros cuatro cuentos del autor. Argumento. El gigante egoísta tiene un gran jardín, aunque había estado fuera por 7 años.

  6. EL GIGANTE EGOÍSTA, un cuento de Oscar Wilde (Irlanda, 1854-1900) Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había ...

  7. Sólo en el jardín del gigante egoísta continuaba siendo invierno. Los pájaros, desde que no había niños, no tenían interés en cantar y los árboles olvidábanse de florecer. En cierta ocasión una bonita flor levantó su cabeza sobre el césped; pero al ver el cartelón se entristeció tanto pensando en los niños, que se dejó caer a tierra, volviéndose a dormir.

  1. Otras búsquedas realizadas