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El gigante egoísta es un cuento lleno de enseñanzas morales y valores universales. A través de la historia del gigante, Oscar Wilde nos muestra cómo el egoísmo puede llevar a la tristeza y la soledad, mientras que la generosidad y el amor desinteresado pueden traer felicidad y alegría.
EL GIGANTE EGOÍSTA . Todas las tardes, al volver del colegio, tenían los niños la costumbre de ir a jugar al jardín del gigante. Era un gran jardín solitario, con un suave y verde césped. Brillaban aquí y allí lindas flores sobre el suelo y había doce melocotoneros que, en primavera, se cubrían con una delicada floración
Nuestro autor escritor del resumen de El Gigante Egoísta, descendía de una familia de intelectuales, desde muy joven aprendió los idiomas de alemán y francés, ingresó a excelentes Universidades Trinity College y Magdalen College de la Universidad de Oxford, investigó sobre la religión católica, a la cual se convirtió en el momento de su muerte.
El gigante egoísta es un cuento clásico y popular para niños del reconocido autor irlandés Oscar Wilde. Aunque este afamado escritor es más conocido por sus obras para adultos, ha incursionado también dentro de la literatura infantil y juvenil con bastante éxito, siendo cuentos como el que sigue, considerados clásicos de la literatura universal.
Él era un gigante muy egoísta. Los pobres niños ahora no tenían dónde jugar. Intentaron jugar en la carretera, pero la carretera estaba muy polvorienta y llena de piedras y no les gustó. A menudo se reunían frente al muro a recordar el hermoso jardín oculto. Luego llegó la primavera, y en todo el país había coloridas flores y pajaritos.
El gigante egoísta. Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce albaricoqueros que durante la Primavera se ...
Oscar Wilde. Edades: A partir de 8 años. Valores: amor, egoísmo. Había una vez un jardín que pertenecía a un gigante. Aprovechando que el gigante se había ido a pasar una temporada con su amigo el ogro los niños iban a jugar al jardín. Pero un día el gigante regresó y los descubrió.
