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  1. un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada. y el retrato de un mi abuelo que ganara. una batalla. ¡Qué lástima. que yo no tenga un abuelo que ganara. una batalla, retratado con una mano cruzada. en el pecho, y la otra mano en el puño de la espada! Y, ¡qué lástima.

  2. a las glorias de la patria! 7 ¡Qué lástima 8 que yo no tenga una patria! 9 Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa 10 desde una tierra a otra tierra, desde una raza 11 a otra raza, 12 como pasan 13 esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca. 14 ¡Qué lástima 15 que yo no tenga comarca, 16 patria chica, tierra ...

  3. El exilio de León Felipe a México y su poema ¡Qué lástima! son otro ejemplo de la expulsión de los poetas por parte de Platón. Y es que a lo largo del poema se puede observar la dinámica del perseguido y del perseguidor, una dialéctica entre el sentido de pertenencia y la experiencia de perder aquello que no le pertenece.

  4. de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan! ¡Qué lástima que yo no pueda entonar con una voz engolada esas brillantes romanzas a las glorias de la patria! ¡Qué lástima que yo no tenga una patria! Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa desde una tierra a otra tierra, desde una raza El poema Autorretrato de ...

  5. Poemas » leon felipe » que lastima. ¡Qué lástima! siempre, baje o suba la rueda. ¡Qué lástima! de este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan! a las glorias de la patria! que yo no tenga una patria! esas tormentas de estío desde ésta a aquella comarca. patria chica, tierra provinciana!

  6. ¡Qué lástima que yo no tenga un abuelo que ganara una batalla, retratado con una mano cruzada en el pecho, y la otra en el puño de la espada! Y, ¡qué lástima que yo no tenga siquiera una espada! Porque.… ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria, ni una tierra provinciana, ni una casa León Felipe 884 – 968 ¡Que lástima!

  7. para poder cantar siempre en la misma tonada. al mismo río que pasa rodando las mismas aguas, al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa. ¡Qué lástima que yo no tenga una casa! Una casa solariega y blasonada, una casa en que guardara, a más de otras cosas raras, un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada. y el retrato de un mi ...