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  1. Christian Johann Heinrich Heine (Düsseldorf, 13 de diciembre de 1797-París, 17 de febrero de 1856) fue uno de los más destacados poetas y ensayistas alemanes del siglo XIX. Heine es considerado el último poeta del Romanticismo y al mismo tiempo su enterrador. [1]

  2. 14 de sept. de 2023 · Otra de las reflexiones filosóficas de la muerte es la de Heidegger. Él considera que el ser humano es el único ser vivo consciente de que en algún momento morirá. Es por ello que considera a la muerte como un fenómeno o acontecimiento de la vida.

  3. «La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca». «La vida es una enfermedad; el mundo un gran hospital, y la muerte, el médico que nos atiende a todos». «¿“Locura de amor”?

  4. ¡Hasta que al fin la muerte nos sorprenda. Debemos ser desventurados ambos! Veo la mofa, que voltea alegre En torno de tus labios; Veo el brillo insolente de tus ojos; Veo el orgullo hinchando Tu seno, y «miserable, miserable Eres cual yo» me digo sin embargo. Tus labios mueve sufrimiento oculto: Duerme una amarga lágrima en tus párpados

  5. Es éste un período oscuro de la vida de Heine, sobre el que derrama alguna luz una carta que en aquella época (en Octubre de 1816) escribió a un amigo suyo, y que se ha publicado mucho después de su muerte (16). Habla en ella con exaltación casi mística de su adorada Molly, a quien consagra culto secreto y respetuoso.

  6. “Pero la vida del espíritu no es la vida que se asusta ante la muerte y se mantiene pura de la desolación, sino la que sabe afrontarla y mantenerse en ella. El espíritu sólo conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento.

  7. 30 de abr. de 2021 · “La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene” Jorge L. Borges. Vivamos de tal manera que cuando la muerte venga por nosotros nos encuentre viviendo, y por que no sonriendo. Qué mejor invitación a disfrutar de los placeres de la vida, si sabemos que algún día los vamos a perder.