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  1. Las manos de mi madre. [Poema - Texto completo.] Alfredo Espino. Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. ¡Solo ellas son las santas, solo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman! ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,

    • Alfredo Espino

      Las manos de mi madre ; Los ojos de la criolla ; Los ojos de...

  2. Las Manos de Mi Madre, Alfredo Espino: Poema original en análisis. Lectura en audio con IA (en pruebas) Manos las de mi madre, tan acariciadoras, 1. tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. 2. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, 3. las que todo prodigan y nada me reclaman! 4.

  3. Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman! ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

  4. 17 de oct. de 2023 · Alfredo Espino. Las Manos de Mi Madre. Poema original: Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman! ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

  5. Yo que llevo en el alma las dudas escondidas, cuando tengo las alas de la ilusión caídas, ¡Las manos maternales aquí en mi pecho son. como dos alas quietas sobre mi corazón! ¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas! ¡Las manos de mi madre perfuman con terneza! Autor del poema: Alfredo Espino.

  6. En resumen, el poema "Las manos de mi madre" evoca en mí una mezcla de amor, nostalgia y gratitud hacia la figura materna. La sutileza y la conexión emocional que transmite a través de sus versos hacen que este poema sea un homenaje a todas las madres y una invitación a valorar su amor incondicional.

  7. Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras... ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo prodigan y nada me reclaman! ¡Las que por aliviarme de dudas y querellas, me sacan las espinas y se las clavan ellas!