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El tratamiento de heridas de bala es una situación crítica que requiere un abordaje cuidadoso por parte de los profesionales de la salud. Es fundamental evaluar rápidamente la lesión para determinar la gravedad y establecer un plan de tratamiento adecuado.
- Información general
- Administrar los primeros auxilios básicos
- Evaluar el estado de la víctima
- Tratar una herida en los brazos o piernas
- Tratar una traumatopnea
Las heridas de bala son una de las lesiones más traumáticas que una persona puede sufrir. Es difícil evaluar con precisión el daño que ocasiona una herida de esta magnitud, ya que por lo general es mucho más grave de lo que se observa a simple vista. La mejor opción es llevar a la víctima a un
tan pronto como sea posible. Sin embargo, existen algunas medidas que puedes tomar antes de que llegue la ayuda profesional.
Determina si te encuentras en una posición segura.
Si la víctima recibió un disparo de manera accidental (por ejemplo, mientras iba de
), asegúrate de que todas las
apunten lejos de las demás personas y descárgalas. Si la víctima recibió un
en un crimen, verifica que el tirador ya no se encuentre en la escena y asegúrate de que tanto tú como la víctima se encuentren a salvo para evitar una lesión mayor. Utiliza el equipo de protección personal si está disponible.
Comunícate con los números de emergencia de tu localidad para recibir asistencia médica. Si llamas desde un teléfono celular, asegúrate de proporcionarle tu ubicación al operador, ya que si no lo haces, tendrá dificultades para localizarte de otra manera.
Para el tratamiento avanzado es importante que tengas en cuenta el estado de la víctima. Las siglas “V.R.C.D.E.” (Vías respiratorias, Respiración, Circulación, Discapacidad, Exposición) son una manera sencilla de recordar los factores importantes que debes considerar. Evalúa estos cinco factores fundamentales para verificar qué tipo de ayuda requiere la víctima.
Si la persona está hablando, probablemente sus vías respiratorias están despejadas. Si está inconsciente, asegúrate de que sus vías respiratorias no estén obstruidas. Si no existe ninguna lesión en su columna, inclina la cabeza de la víctima.
Presiona suavemente sobre su frente con la palma de la mano, mientras colocas la otra debajo de su barbilla y la utilizas para inclinar su cabeza hacia atrás.
Verifica si la víctima está respirando con normalidad. Verifica si su pecho se hincha (inhalación) y se deshincha (exhalación). Si la víctima no respira, libera su boca de obstrucciones y aplícale la
Eleva la extremidad y presiona directamente sobre la herida.
Evalúa cuidadosamente la situación para determinar que no existe ningún signo de discapacidad o heridas que sugieren que la víctima sufrió una lesión en la columna. Si este es el caso, eleva la extremidad por encima del corazón para reducir el flujo de sangre. Presiona directamente sobre la herida para detener la hemorragia como se describe líneas arriba.
Además de presionar directamente sobre la herida, también puedes presionar de manera indirecta las lesiones de las extremidades para reducir el flujo de sangre en la herida. Tan solo debes presionar sobre las arterias (que también se conocen como puntos de presión). Estas se sienten como venas particularmente grandes y duras. Al ejercer presión sobre las arterias, se limitará la hemorragia interna, pero es necesario que presiones para comprobar que la arteria corresponde con la herida.
Para disminuir el flujo de sangre en el brazo, presiona sobre la arteria braquial al lado interior del brazo (opuesto al codo).
Si una bala ha penetrado en el pecho, es probable que ocurra una traumatopnea. El aire entra a través de la herida pero no sale, lo que hace que el pulmón colapse. Los signos de una traumatopnea incluyen un sonido de succión que proviene del pecho, tos con sangre, sangre espumosa proveniente de la herida y falta de aire al respirar. Si tienes dudas, debes tratar la herida como una traumatopnea.
Busca la herida y exponla.
Busca la herida y retira la ropa que está sobre esta. Si la tela se pega, córtala alrededor la herida. Determina si existe un orificio de salida y de ser así, debes tratar a ambos lados de la herida de la víctima.
Sella la herida en tres lados.
Utiliza material hermético (el plástico es el más óptimo) y pégalo con cinta adhesiva alrededor de la herida cubriendo todos los lados excepto la esquina inferior. El oxígeno se escapará por este orificio.
A medida que sellas la herida, pídele al paciente que exhale por completo y continúe respirando normalmente. Esto forzará al aire a salir de la herida antes de terminar de sellarla.
Enciclopedia médica →. Tratamiento posoperatorio para heridas por arma de fuego. Una herida por arma de fuego es causada cuando se dispara una bala u otro proyectil hacia el cuerpo o a través de este. Las heridas por arma de fuego pueden causar lesiones graves, como: Hemorragia intensa. Daño a tejidos y órganos. Huesos rotos.
4 de may. de 2023 · El tratamiento de una herida de bala depende de la gravedad de la lesión. En casos leves, se puede limpiar la herida y aplicar un vendaje. En casos más graves, se pueden necesitar cirugías para extraer el proyectil y reparar los tejidos dañados. También se pueden administrar medicamentos para controlar el dolor y prevenir infecciones.
Qué es una herida por arma de fuego: características y tipos. Saber cómo actuar ante una herida por arma de fuego puede salvar una vida. Conoce sus características, tipos de heridas y primeros auxilios a practicar. Leer más.
16 de abr. de 2022 · Tratamiento posoperatorio para heridas por arma de fuego. Por A.D.A.M. - 16 de abril 2022. Descripción. Una herida por arma de fuego es causada cuando se dispara una bala u otro proyectil hacia el cuerpo o a través de este. Las heridas por arma de fuego pueden causar lesiones graves, como: Hemorragia intensa. Daño a tejidos y órganos. Huesos rotos.
- RESUMEN. - INTRODUCCIÓN. - OBJETIVOS. - ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA Y SELECCIÓN DE ESTUDIOS. - SÍNTESIS Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS. 5.1.- VÍA AÉREA Y RESPIRACIÓN. 5.2.- CONTROL DE LA CIRCULACIÓN. 5.2.1. Control de la hemorragia. 5.2.2. Reposición de volumen. 5.3.- EXAMEN NEUROLÓGICO. 5.4.- CONTROL Y EXPOSICIÓN AL MEDIO AMBIENTE. - CONCLUSIONES.
