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  1. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › Colecciones › GiganteEgoEl gigante egoísta - ILCE

    EL GIGANTE EGOÍSTA . Todas las tardes, al volver del colegio, tenían los niños la costumbre de ir a jugar al jardín del gigante. Era un gran jardín solitario, con un suave y verde césped. Brillaban aquí y allí lindas flores sobre el suelo y había doce melocotoneros que, en primavera, se cubrían con una delicada floración

  2. Era al que más quería el gigante, porque le había besado.-No sabemos -respondieron los niños-; se ha ido. -Tenéis que decirle que no deje de venir mañana -dijo el gigante. Pero los niños replicaron que no sabían dónde vivía, y que era la primera vez que le veían; y el gigante se puso muy triste.

  3. Descargar gratis el libro «El Gigante Egoísta» de Oscar Wilde en PDF. Este ebook gratuito del libro de Oscar Wilde «El Gigante Egoísta» en formato PDF se puede leer desde cualquier dispositivo: ordenadores, tablets y smartphones. PDF es el formato idóneo para leer desde el ordenador y para imprimir el texto en papel.

  4. El gigante egoísta. [Cuento - Texto completo.] Oscar Wilde. Cada tarde, a la salida de la escuela, los niños se iban a jugar al jardín del Gigante. Era un jardín amplio y hermoso, con arbustos de flores y cubierto de césped verde y suave. Por aquí y por allá, entre la hierba, se abrían flores luminosas como estrellas, y había doce ...

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  6. Era un gigante muy egoísta. Los pobres niños no tenían ahora donde jugar. Trataron de hacerlo en la carretera, pero la carretera estaba llena de polvo y agudas piedras, y no les gustó. Se acostumbraron a vagar, una vez terminadas sus lecciones, alrededor del alto muro, para hablar del hermoso jardín que había al otro lado.

  7. www.textos.info › oscar-wilde › el-gigante-egoistaEl Gigante Egoísta - textos

    El Gigante Egoísta. Todas las tardes, a la salida de la escuela, los niños se habían acostumbrado a ir a jugar al jardín del gigante. Era un jardín grande y hermoso, cubierto de verde y suave césped. Dispersas sobre la hierba brillaban bellas flores como estrellas, y había una docena de melocotones que, en primavera, se cubrían de ...