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CARTA I A SANTA INÉS DE PRAGA [CtaCla1] 1 A la venerable y santísima virgen, doña Inés, hija del excelentísimo e ilustrísimo rey de Bohemia, 2 Clara, indigna servidora de Jesucristo y sierva inútil (cf. Lc 17,10) de las damas encerradas del monasterio de San Damián, súbdita y sierva suya en todo, se le encomienda de manera absoluta con especial reverencia y le desea que obtenga la ...
carta ii a santa inÉs de praga [ctacla2] 1 A la hija del Rey de reyes, sierva del Señor de señores (cf. Ap 19,16; 1 Tim 6,15), esposa dignísima de Jesucristo y, por eso, reina nobilísima, señora Inés, 2 Clara, sierva inútil (cf. Lc 17,10) e indigna de las Damas Pobres, le desea salud y que viva siempre en suma pobreza.
LA II CARTA DE CLARA A INÉS DE PRAGA. «A la hija del Rey de reyes, a la sierva del Señor de los que dominan, a la esposa dignísima de Jesucristo y, como tal, reina nobilísima, señora Inés: Clara, servidora inútil e indigna de las Damas Pobres, le augura salud, y vivir siempre en suma pobreza» (2CtaCl 1-2).
La espiritualidad de santa Clara, la síntesis de su propuesta de santidad está recogida en la cuarta carta a santa Inés de Praga. Santa Clara utiliza una imagen muy difundida en la Edad Media, de ascendencias patrísticas: el espejo. E invita a su amiga de Praga a reflejarse en ese 3
Carta II A Santa Inés de Praga | PDF | Teología sistemática | Cristo (título) La carta es una exhortación de Clara a Inés de Praga a permanecer fiel a su vocación religiosa y a imitar a Cristo en la pobreza, humildad y sufrimiento.
Inés («considerando poco dignas las peticionesde un matrimonio imperial, convertida en imitadora de la santísimapobreza en espíritu de humildad y de ardiente caridad, has seguido las huellas de aquel con quien mereces unirte en matrimonio»: 2ª Carta, 6- 7). El modelo propuesto, el espejo, es Cristo pobre (cf 4ª Carta, 13-19). Alabando
carecen los impíos" (Carta tercera a Inés de Praga, 22-23). 6. La comunidad reunida en San Damián, guiada por santa Clara, eligió vivir según la forma del santo Evangelio en una dimensión contemplativa claustral, que se distinguía como un "vivir comunitariamente en unidad de espíritus" (Regla de santa Clara, Prólogo, 5), según un "modo de
