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  1. Download Las brujas de Salem / El crisol PDF by Arthur Miller [Arthur Miller] Description: En 1692, en la localidad de Salem, pacífica pero sofocante debido a la religiosidad estricta que rige su vida cotidiana, corre el rumor de que una joven ha hecho un obsceno maleficio.

    • A Mary
    • (Obertura)
    • PARRIS: ¡A Títuba! ¿Qué podría Títuba...?
    • PROCTOR (sacudiéndola): ¿Quieres que te azote? (De abajo llegan voces entonando un salmo.)
    • PARRIS: ¡NO viene a buscar demonios! PROCTOR: Entonces, ¿a qué viene?
    • PROCTOR: ¡Ah! Si es así, debo encontrarlo y unirme a él. (Hay conmoción entre los demás.)
    • HALE: NO puedes evadirme, Abigail. ¿Tu prima bebió la mezcla que había en esa marmita?
    • HALE: ¿Por qué finges? ¿Te has vendido a Lucifer?
    • (Ann Putnam entra con Títuba e instantáneamente Abigail señala a Títuba.)
    • HALE: Has desencadenado tu espíritu sobre esta niña, ¿no es cierto? ¿Estás reclutando almas para el Diablo?
    • HALE: ¡Por cierto que sí, y ahora mismo la dejarás en libertad! ¿Cuándo pactaste con el Diablo?
    • (Títuba jadea y vuelve a hamacarse mirando fijamente hacia adelante.)
    • (Abigail se levanta, como inspirada, y grita.)
    • ACTO SEGUNDO
    • PROCTOR (yendo a la mesa): ¡Oh, conejo! ¿En la trampa de Jonathan?
    • ELIZABETH: También yo.
    • PROCTOR: Cómo... ¿te sofocó a ti?
    • ELIZABETH: ¿Por qué te enojas conmigo, entonces, cuando te pido que rompas esa promesa?
    • HALE: ¿Quién os contó eso?
    • HALE: ¿Y tú, mujer?
    • (Herrick viene hasta él.)
    • PROCTOR (medio conducido y medio empujado por dos agentes
    • y el ruido del carro.)
    • ACTO TERCERO
    • PROCTOR (sólo decirlo es difícil): Les diré el porqué. ABIGAIL: ¿Qué dirás? ¿Confesarás haber fornicado? ¿En la Corte?
    • VOZ DE GILES: ¡Estáis oyendo mentiras, no más que mentiras! (Un rugido se eleva del público.)
    • (Se abre la puerta y Giles es prácticamente transportado dentro de la sacristía por Herrick.)
    • HATHORNE: ¿Cómo os atrevéis a entrar rugiendo en esta Corte! ¿Os habéis vuelto loco, Corey?
    • (Danforth es sacudido por esto pero observa atentamente a Francis.)
    • DANFORTH: Ah, ¿sí?
    • PUTNAM: Es mentira. DANFORTH (volviéndose a Giles): El señor Putnam afirma que vuestro cargo es falso. ¿Qué respondéis a eso?
    • DANFORTH: ¿Qué prueba presentáis con vuestra acusación, señor?
    • HATHORNE: ¿Y el nombre de este hombre? GILES (sorprendido): ¿Qué nombre?
    • (Giles Corey se lanza hacia Putnam. Proctor se arroja y lo contiene.)
    • HATHORNE: Entonces, ¿puede fingir desmayarse ahora? PROCTOR: ¿Ahora?
    • MERCY (a través de sus dientes que castañetean): Mary, ¿eres tú quien me envía esta sombra?
    • (Herrick separa a Proctor de ella.)
    • MUCHACHAS: ¡Nunca, nunca! DANFORTH (poniéndose histérico): ¿Por qué sólo pueden repetir lo que tú dices?
    • DANFORTH: ¿Por qué has cambiado en estas dos semanas? Has visto al Diablo, ¿no es así?
    • PROCTOR (sorprendido): ¡Mary! MARY (señalando a Proctor): ¡Tú eres el enviado del Diablo! (El queda paralizado.)
    • HALE: Excelencia...
    • HALE: ¡Denuncio este proceso, abandono este tribunal! (Pega un portazo, yéndose.)
    • ACTO CUARTO
    • HERRICK: ¡Sarah, levántate! ¡Sarah Good! (Cruza hasta el otro banco.)
    • SARAH: ¡Aquí estoy, Majestad! (Rápidamente recogen sus trapos cuando entra Hopkins, un guardia.)
    • DANFORTH: ¿Loco?
    • DANFORTH: Me desconcertáis, señor. ¿Por qué habéis vuelto aquí?
    • ELIZABETH: Lo sé. (Pausa.)
    • (Se oyen voces en el corredor, hablando a la vez con excitación reprimida.)
    • DANFORTH: No habéis confe...
    • DANFORTH: Señor Proctor...
    • DANFORTH (desconfiado): Es lo mismo, ¿no es cierto? ¿Que yo lo informe o vos lo firméis?
    • DANFORTH: ¿Por qué? ¿Pretendéis negar esta confesión cuando estéis libre?
    • ECOS

    Arthur Miller - Las Brujas de Salem - pág. 3 ACERCA DE LA FIDELIDAD HISTÓRICA DE ESTE DRAMA Esta obra no es historia en el sentido en que el vocablo es usado por el historiador académico. Fines de orden dramático han requerido a veces que varios personajes se fundieran en uno; el número de muchachas complicadas en la "delación" ha s...

    Un pequeño dormitorio en el piso alto de la casa del reverendo Samuel Parris, en Salem, Massachusetts, en la primavera del año 1692. A la izquierda, una angosta ventana; a través de sus paneles cuadriculados fluye el sol matutino. Aún arde una vela cerca de la cama, a la derecha. Un arcón, una silla y una pequeña mesa completan el mobiliario. En el...

    ANN: Títuba sabe cómo hablar a los muertos, señor Parris. PARRIS: ¡Señora Ann..., es un enorme pecado invocar a los muertos! ANN: Mi alma cargue con ello; ¿pero quién, si no, podría decirnos con certeza qué persona mató a mis niños? PARRIS (horrorizado): ¡Mujer! ANN: ¡Fueron asesinados, señor Parris! ¡Y tomad nota de esta prueba! ¡Tomad nota! Anoch...

    ABIGAIL (entre lágrimas): ¡Quiero a John Proctor, el que inte-rrumpió mi sueño y abrió los ojos de mi corazón! Yo no sabía lo hipócrita que era Salem, ni me daba cuenta de las mentiras que me enseñaban todas esas mujeres beatas y sus aliados esposos. Y ahora pretendes que me arranque esa luz de los ojos. ¡No lo haré, no puedo! ¡Me amaste, John Proc...

    PUTNAM: ¡En el pueblo hay niños muriéndose, caballero! PROCTOR: No veo morirse a ninguno. Esta comunidad no ha de ser un juguete para que lo agitéis a vuestro gusto, señor Putnam. (A Parris.) ¿Habéis convocado a sesión antes de... PUTNAM: ¡Estoy harto de sesiones! ¿Es que el pobre hombre no puede volver la cabeza sin tener que convocar a sesión? PR...

    REBECCA: No quiso decir eso. PUTNAM: ¡Acaba de decirlo! PROCTOR: Lo sostengo solemnemente, Rebecca; no me huele bien esta "autoridad". REBECCA: No, no puedes quitarle el apoyo a tu párroco. Tú no eres de ésos, John. Estrecha su mano. Haced las paces. PROCTOR: Tengo grano que sembrar y leña que arrastrar a casa. (Va enojado hacia la puerta y se vuel...

    ABIGAIL: ¡Ella no bebió nada! HALE: ¿Bebiste tú? ABIGAIL: ¡No, señor! HALE: ¿Te pidió Títuba que bebieras? ABIGAIL: Lo intentó, pero yo rehusé.

    ABIGAIL: ¡No me he vendido! ¡Soy una buena chica! ¡Soy una chica decente!

    ABIGAIL: ¡Ella me obligó a hacerlo! ¡La obligó a Betty a hacerlo! TÍTUBA (sorprendida y enojada): ¡Abby! ABIGAIL: ¡Me hace beber sangre! PARRIS: ¡¡Sangre!! ANN: ¿La sangre de mi hijita? TÍTUBA: No, no, sangre de pollo. ¡Yo darle sangre de pollo! HALE: Mujer, ¿has reclutado a estas criaturas para servir al Diablo? TÍTUBA: ¡No, no, señor! ¡Yo no trat...

    ABIGAIL: ¡Ella me pasa su espíritu en la iglesia; ella hace que me ría durante las oraciones! PARRIS: ¡Se ha reído a menudo durante las oraciones! ABIGAIL: ¡Viene a buscarme todas las noches para que salgamos a beber sangre! TÍTUBA: ¡Tú pedir a mí que conjure! Ella pedir a mí para hacer hechizo... ABIGAIL: ¡No mientas! (A Hale.) ¡Ella viene mientra...

    TÍTUBA: ¡Yo no pactar con ningún Diablo! PARRIS: ¡Has de confesar, Títuba, o te llevaré afuera y te azotaré hasta la muerte! PUTNAM: ¡Esta mujer tiene que ser colgada! Hay que arrestarla y colgarla! TÍTUBA (aterrorizada, cae de rodillas): ¡No, no, no colgar a Títuba! Yo, señor, decirle que no querer trabajar para él. PARRIS: ¿Al Diablo? HALE: ¡Lo h...

    TÍTUBA: Haber cuatro. Haber cuatro. PARRIS (presionándola): ¿Quiénes? ¿Quiénes? ¡Sus nombres, sus nombres! TÍTUBA (estallando de pronto): ¡Oh, cuántas veces él pedirme que os matara, señor Parris! PARRIS: ¡Matarme a mí! TÍTUBA (hecha una furia): ¡El dijo, señor Parris morir! ¡Señor Parris no buena persona, señor Parris hombre malo y no buena person...

    ABIGAIL: ¡Quiero confesar! (Todos se vuelven hacia ella, sobrecogidos. Ella está en éxtasis, como rodeada de una aureola.) ¡Quiero la luz de Dios, quiero el dulce amor de Jesús! Yo bailé para el Diablo; yo lo vi; yo escribí en su libro; yo vuelvo a Jesús; yo beso su mano. ¡Yo vi a Sarah Good con el Diablo! ¡Yo vi a la señora Osborn con el Diablo! ¡...

    La habitación principal en casa de Proctor, ocho días después. A la derecha se abre una puerta hacia el campo. A la izquierda hay una chimenea y, detrás, una escalera que conduce al piso superior. Es un típico living-room de la época, bajo, oscuro y más bien largo. Al levantarse el telón, la habitación está vacía. Desde arriba se oye a Elizabeth ca...

    ELIZABETH: No, entró en la casa esta tarde; ¡lo encontré sentado en un rincón como si hubiese venido de visita! PROCTOR: Ah, que haya entrado es una buena señal. ELIZABETH: Dios lo quiera. Pobre conejito; me dolió en el alma despellejarlo. (Se sienta y lo mira comer.) PROCTOR: Está bien sazonado. ELIZABETH (sonrojada de placer): Tuve gran cuidado. ...

    PROCTOR: ¡Apiádate de mí! No olvidas nada y no perdonas nada. Aprende a ser generosa, mujer. Ando en punta de pies por esta casa desde que ella se fue, hace siete meses. No me he movido de aquí a allá sin antes pensar si te agradaría, y, sin embargo, un eterno funeral gira alrededor de tu corazón. ¡No puedo hablar sin ser sospechado a cada momento,...

    MARY: Soltó su espíritu sobre nosotros. ELIZABETH: Oh, Mary, Mary, no dirás que... MARY (con un dejo de indignación): ¡Ella trató de matarme muchas veces, señora Proctor! ELIZABETH: Pero... nunca te lo oí mencionar antes. MARY: Nunca lo supe antes. Antes nunca supe nada. Cuando ella llega a la corte yo me digo a mí misma: no debo acusar a esta muje...

    PROCTOR: ¡Porque envuelve una impostura, y yo soy honesto! Pero no he de rogar más. ¡Ya veo que tu alma se enrosca en el único error de mi vida, y nunca podré liberarla! ELIZABETH (estallando): ¡La liberarás... cuando llegues a comprender que yo seré tu mujer única o no seré tu mujer! ¡Todavía llevas clavada una flecha de ella, John Proctor, y bien...

    PROCTOR (vacila; luego): Abigail Williams. HALE: ¡Abigail! PROCTOR: Sí. HALE (con los ojos dilatados): ¡Abigail Williams os dijo que no tiene nada que ver con brujerías! PROCTOR: Me lo dijo el día que llegasteis, señor. HALE (desconfiadamente): ¿Por qué... por qué lo callasteis? PROCTOR: No supe hasta esta noche que el mundo se había enloquecido co...

    ELIZABETH: Yo... yo no puedo creerlo. HALE (alelado): ¡No podéis! PROCTOR: ¡Elizabeth, lo desconciertas! ELIZABETH (a Hale): No puedo creer, señor Hale, que el Diablo se adueñe del alma de una mujer que, como yo, se conduce rectamente. Soy una buena mujer, yo lo sé; y si vos creéis que yo sólo puedo hacer el bien en este mundo y, aún así, estar sec...

    PROCTOR (airadamente, desorientado): ¡Y qué significa una aguja! CHEEVER (con las manos temblorosas): Pues... esto va a ser duro para ella, Proctor, esto... yo tenía mis dudas, Proctor, yo tenía mis dudas, pero esto es una calamidad. (A Hale, mostrándole la aguja): ¡Veis, señor, es una aguja! HALE: ¿Y qué? ¿Qué significado tiene? CHEEVER (con desme...

    y por Herrick): ¡Me lo has de pagar, Herrick, con seguridad me lo has de pagar! HERRICK (jadeando): ¡En nombre de Dios, John, no puedo evitarlo! Debo encadenarlos a todos. ¡Ahora quédate aquí adentro hasta que me vaya! (Sale con los agentes.) (Proctor permanece donde está, tomando aire. Se oyen caballos

    HALE (con gran incertidumbre): Señor Proctor... PROCTOR: ¡Fuera de mi vista! HALE: ¡Por caridad, Proctor, por caridad! No temeré declarar ante el tribunal lo que he oído en favor de ella. Dios es testigo de que no puedo juzgarla culpable o inocente... no sé. Considera esto solamente: el mundo se enloquece y nada ganarás atribuyendo las causas a la ...

    Primer cuadro Un bosque. De noche. Un haz de luz ilumina un tronco a la izquierda. Por la izquierda aparece Proctor con un farol. Entra echando una mirada hacia atrás, luego se detiene, con el farol en alto. Por la izquierda aparece Abigail con una bata sobre el camisón, con él cabello suelto. Hay un momento de muda expectativa. PROCTOR (buscando. ...

    PROCTOR: ¡Si así lo quieres, así lo diré! (Ella deja escapar una risa incrédula.) ¡Te digo que lo haré! (Ella ríe más fuerte, ahora convencida de que él jamás lo hará. El la sacude rudamente): ¡Si aún puedes oír, escucha esto! ¿Puedes oír? (Ella está temblando, mirándolo fijamente, como si fuera él quien ha perdido el juicio.) ¡Le dirás al tribunal...

    VOZ DE HATHORNE: ¡Arrestadlo, Excelencia! VOZ DE GILES: ¡Tengo pruebas! ¿Por qué no queréis escuchar mis pruebas?

    No mucho después de haberse extinguido la fiebre, Parris fue exonerado, salió al camino y jamás volvió a saberse nada de él. La leyenda dice que Abigail reapareció más tarde en Boston, hecha una prostituta. Veinte años después de la última ejecución, el gobierno conce-dió una indemnización a las víctimas que aún vivían, y a las familias de los que ...

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  2. Read On the web and Download Ebook Las Brujas De Salem, El Crisol / The Salem Witches,The Crucible (Spanish Edition). Download Arthur Miller ebook file at no cost and this book pdf...

  3. Las brujas de Salem o El crisol (en inglés: The Crucible) es una obra de teatro de Arthur Miller escrita en 1952 y estrenada en 1953, ganadora del Premio Tony. A partir de los hechos que rodearon los juicios de brujas de Salem, Massachusetts, en 1692, el autor escribió una alegoría de la fiebre persecutoria y represión macarthista de los ...

  4. 23 de may. de 2011 · Books. El crisol. Arthur Miller. Ediciones Cátedra, May 23, 2011 - Drama - 272 pages. «El crisol» puede enmarcarse en la categoría de teatro político, por un lado, y teatro histórico,...

  5. Descarga libro | En 1692, en la localidad de Salem, pacífica pero sofocante debido a la religiosidad estricta que rige su vida cotidiana, corre el rumor de que una joven ha hecho un obsceno maleficio. Los habitantes se acusan unos a otros, y se inicia un juicio que tal vez propicie temibles venganzas...

  6. El resumen del crisol. El crisol de Arthur Miller es un relato de los juicios de las brujas de Salem, que tuvieron lugar en Massachusetts durante el siglo XVII. La obra se centra en una comunidad de puritanos que pierden su rectitud al ser víctimas de la difusión de mentiras y engaños.