Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. wpd.ugr.es › ~agamizv › wp-contentPoesía Completa

    Estoy muriendo, y aún la vida temo; 60 témola con razón, pues tú me dejas, que no hay sin ti el vivir para qué sea. Vergüenza he que me vea ninguno en tal estado, de ti desamparado, 65 y de mí mismo yo me corro agora. ¿De un alma te desdeñas ser señora, donde siempre moraste, no pudiendo della salir un hora?

  2. Inicio | Real Academia Española

  3. 1. GARCILASO DE LA VEGA. Sonetos. SONETO I. Cuando me paro a contemplar mi estado y a ver los pasos por dó me ha traído, hallo, según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber llegado; mas cuando del camino estoy olvidado, a tanto mal no sé por dó he venido: sé que me acabo, y mas he yo sentido ver acabar conmigo mi cuidado.

  4. 13 de jul. de 2019 · Vega, Garcilaso de la, 1503-1536. Publication date 1968 Publisher Madrid, Editorial Castalia Collection printdisabled; trent_university; internetarchivebooks

    • de Fomento a la Lectura
    • Al virrey de Nápoles
    • Al duque de Alba En la muerte de don Bernardino de Toledo, su hermano
    • Canción primera
    • Canción segunda
    • Canción tercera
    • Canción cuarta
    • A “Flor de Gnido”
    • Sonetos
    • A la marquesa de la Padula, doña María de Cardona
    • A Mario Galeota
    • A Boscán, desde la goleta
    • Habiéndose casado su dama
    • Otra
    • A una partida
    • Traduciendo cuatro versos de Ovidio
    • Glosa sobre este villancico
    • A Boscán, porque estando en Alemania danzó en unas bodas

    La lírica de Garcilaso de la Vega abrió una nueva dimensión en la poesía castellana, al hacer de la natu-raleza fuente de inspiración de sus imágenes poéticas, al extenderse al autoanálisis sentimental, a la sensibi-lidad ante la belleza sensual, así como a referencias a los poetas latinos y a motivos mitológicos clásicos. Letras para volar promuev...

    Salicio, Nemoroso El dulce lamentar de dos pastores, Salicio juntamente y Nemoroso, he de contar, sus quejas imitando; cuyas ovejas al cantar sabroso estaban muy atentas, los amores, de pacer olvidadas escuchando. Tú, que ganaste obrando un nombre en todo el mundo un grado sin segundo, ahora estés atento solo y dado el ínclito gobierno del estado a...

    Aunque este grave caso haya tocado con tanto sentimiento el alma mía que de consuelo estoy necesitado, con que de su dolor mi fantasía se descargase un poco, y se acabase de mi continuo llanto la porfía, quise, pero, probar si me bastase el ingenio a escribirte algún consuelo, estando cual estoy, que aprovechase para que tu reciente desconsue...

    Si a la región desierta, inhabitable por el hervor del sol demasiado sequedad de aquella arena ardiente; a la que por el hielo congelado rigurosa nieve es intratable, del todo inhabitada de la gente, por algún accidente, caso de fortuna desastrada, me fuésedes llevada, supiese que allá vuestra dureza estaba en su crudeza, allá os iría a buscar, com...

    La soledad siguiendo, rendido a mi fortuna, me voy por los caminos que se ofrecen, mis quejas de una en una al viento, que las lleva do perecen; puesto que ellas no merecen ser de vos escuchadas, he lástima de ver que van perdidas por donde suelen ir las remediadas. A mí se han de tornar, adonde para siempre habrán de estar. Mas ¿qué haré, señora...

    Con un manso rüido de agua corriente y clara, cerca el Danubio una isla, que pudiera ser lugar escogido para que descansara quien como yo estoy agora no estuviera: do siempre primavera parece en la verdura sembrada de las flores; hacen los ruiseñores renovar el placer o la tristura con sus blandas querellas, que nunca día ni noche cesan dellas. A...

    El aspereza de mis males quiero que se muestre también en mis razones, como ya en los efectos se ha mostrado. Lloraré de mi mal las ocasiones. Sabrá el mundo la causa por que muero, moriré a lo menos confesado. Pues soy por los cabellos arrastrado de un tan desatinado pensamiento, que por agudas peñas peligrosas, por matas espinosas, corre con lige...

    Si de mi baja lira tanto pudiese el son, que en un momento aplacase la ira del animoso viento, la furia del mar y el movimiento; y en ásperas montañas con el suave canto enterneciese las fieras alimañas, los árboles moviese, al son confusamente los trajese; no pienses que cantado sería de mí, hermosa flor de Gnido, el fiero Marte airado, a muerte...

    i Cuando me paro a contemplar mi estado y a ver los pasos por do me han traído, hallo, según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber llegado. Mas cuando del camino esto y olvidado, a tanto mal no sé por dó he venido; sé que me acabo, y más he yo sentido ver acabar conmigo mi cuidado. Yo acabaré, que me entregué sin arte a quien sab...

    Ilustre honor del nombre de Cardona, décima moradora de Parnaso, a Tansilo, a Minturno, al culto Taso sujeto noble de inmortal corona. Si en medio del camino no abandona la fuerza y el espíritu a vuestro Laso, por vos me llevará mi osado paso a la cumbre difícil de Helicona. Podré llevar entonces, sin trabajo, con dulce son que el curso al agua...

    Mario, el ingrato amor, como testigo de mi fe pura y de mi gran firmeza, usando en mí su vil naturaleza, que es hacer más ofensa al más amigo, teniendo miedo que si escribo y digo su condición, abato su grandeza, no bastando su esfuerzo a su crudeza, ha esforzado la mano a mi enemigo. YY así, en la parte que la diestra mano gobierno, y en aquella...

    Boscán, las armas y el furor de Marte, que con su propia sangre el africano suelo regando, hacen que el romano imperio reverdezca en esta parte, han reducido a la memoria el arte y el antiguo valor italiano, por cuya fuerza y valerosa mano África se aterró de parte a parte. Aquí donde el romano entendimiento, donde el fuego y la llama licencios...

    Culpa debe ser quereros, según lo que en mí hacéis; mas allá lo pagaréis, do no sabrán conoceros, por mal que me conocéis. Por quereros, ser perdido pensaba, que no culpado; mas que todo lo haya sido, así me lo habéis mostrado, que lo tengo bien sabido. ¡Quién pudiese no quereros tanto como vos sabéis, por holgarme que paguéis lo que no han de cono...

    Yo dejaré desde aquí de ofenderos más hablando; porque mi morir callando os ha de hablar por mí. Gran ofensa os tengo hecha hasta aquí en haber hablado, pues en cosa os he enojado que tan poco me aprovecha. Derramaré desde aquí mis lágrimas no hablando; porque quien muere callando tiene quién hable por sí. iii

    Acaso supo, a mi ver, y por acierto quereros, quién tal yerro fue a hacer, como partirse de veros donde os dejase de ver. Imposible es que este tal, pensando que os conocía, supiese lo que hacía, cuando su bien y su mal junto os entregó en un día. Acertó acaso a hacer lo que si por conoceros hiciera, no podía ser partirse, y con solo veros deja...

    Pues este nombre perdí, Dido, mujer de Siqueo, en mi muerte esto deseo que se escriba sobre mí: “El peor de los troyanos dio la causa y el espada; Dido, a tal punto llegada, no puso más de las manos.” v A una señora que, andando él y otro paseando, les echó una red empezada y un huso comenzado a hilar en él, y dijo que aquello había trabajado todo ...

    “¿Qué testimonios son éstos que le queréis levantar? Que no fue sino bailar.” ¿Esta tienen por gran culpa? No lo fue a mi parecer, porque tiene por disculpa que lo hizo la mujer. Ésta le hizo caer mucho más que no el saltar que hizo con el bailar. vii

    La gente se espanta toda que hablar a todos distes, que un milagro que hicistes hubo de ser en la boda. Pienso que habéis de venir, si vais por ese camino, a tornar el agua en vino, como el danzar en reír. viii

  5. Garcilaso de la Vega fue el gran renovador de la poesía española del siglo XVI. Introdujo con acierto el estilo italianizante y transformó no solo la métrica, sino también el lenguaje y los temas de la poesía del momento.

  6. La edición especial de ALTAE Banco Privado, de este precioso ejemplar lleno de sensibilidad y belleza supone, sin duda, un mereci- do reconocimiento y un cuidadísimo homenaje a su vida y obra.