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  1. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. 15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. 16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de ...

  2. Jesús ordena: “Joven, a ti te digo: ¡levántate!” ( Lucas 7:14 ). Entonces, el muchacho se incorpora y empieza a hablar. A continuación, Jesús se lo entrega a su madre, que no sale de su asombro. La mujer siente una inmensa alegría. Ya no estará sola. Cuando la gente ve que el joven está vivo, alaba a Jehová, la Fuente de la vida.

  3. Jesús resucita a una niña. 23 Cuando Jesús llegó a la casa del principal y vio a los que tocaban las flautas y a la multitud que hacía bullicio, 24 les dijo: —Apártense, porque la muchacha no ha muerto, sino que duerme. Y se burlaban de él. 25 Cuando hubieron sacado a la gente, él entró y la tomó de la mano; y la muchacha se levantó.

  4. Jesús resucita al hijo de la viuda de Naín. Jesús fue movido a la compasión y por eso se acercó a la procesión fúnebre y habló al joven que estaba muerto. Dado que la historia es tan corta, la citamos a continuación: «Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.

  5. «Joven —dijo Jesús—, te digo, levántate». 15 ¡Entonces el joven muerto se incorporó y comenzó a hablar! Y Jesús lo regresó a su madre. 16 Un gran temor se apoderó de la multitud, y alababan a Dios diciendo: «Un profeta poderoso se ha levantado entre nosotros» y «Dios ha visitado hoy a su pueblo».

  6. La resurrección del hijo de la viuda de Naín es un episodio sobre un milagro de Jesús, registrado en el Evangelio de Lucas. Jesús llegó al pueblo de Naín durante la ceremonia del entierro del hijo de una viuda, y resucitó al joven de la muerte.

  7. Y Jesús dijo: « Joven, a ti te digo: ¡ Levántate!». 15 El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. 16 El temor se apoderó de todos a, y glorificaban a Dios b, diciendo: «Un gran profeta c ha surgido entre nosotros». También decían: «Dios ha visitado a Su pueblo»