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  1. Amado Nervo. cuando planté rosales, coseché siempre rosas. ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno! y en cambio tuve algunas santamente serenas... Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz! es un poema de gran inspiracion y satisfaccion al final de una vida larga y justa.

  2. A ojos de muchos críticos y analistas, Nervo logra en la última fase de su producción sus mejores piezas, liberadas, al menos en parte, del exceso retórico y los arrebatos sentimentales. “En paz” es una muestra de esa categoría que alcanza el poeta mexicano. El poema destila serenidad, calma, aceptación.

  3. En paz, por Amado Nervo | poemas, ensayos y cuentos en Poéticous. Amado Nervo. En paz. Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino. que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas,

  4. En paz. [Poema - Texto completo.] Amado Nervo. Artifex vitae, artifex sui. Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino. que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

  5. Acude al estado de ánimo una extraña sensación de armonía al leer o releer este famoso poema. Amado Nervo logra comunicarnos con eficacia esa emoción. Bendice a la vida, cuatro años antes de su partida de este mundo, hace las paces con ella asumiendo que sus penas fueron parte necesaria de la jornada por sus años.

  6. “En paz” es uno de los más famosos poemas del escritor mexicano Amado Nervo, una de las principales figuras del modernismo hispanoamericano. Fue publicado en 1916 en el libro Elevación. Es un poema que celebra la vida, que canta su gratitud y reconocimiento a la existencia.

  7. En paz, de Amado Nervo. Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino. que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:

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