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  1. EL JUEZ DE LOS DIVORCIOS (Entremés) Sale el juez, y otros dos con él, que son escribano y procurador, y siéntase en una silla; salen el vejete y Mariana, su mujer. MARIANA. Aun bien que está ya el señor juez de los divorcios sentado en la silla de su audiencia.

    • PERSONAJES
    • ESCENA PRIMERA
    • Vejete.—Por amor de Dios, Mariana, que
    • Vejete.—En verdad, señores, que el mal
    • cuyas voces me tiene medio sordo, tura,
    • Juez.—Callad, callad, nora en tal mujl
    • Juez.—¿Qué cosa es deste? ¿No tiene otro
    • 2 me castiga, me sacará de cautiverio,
    • y allí sirve de número a los mirones que,
    • Soldado.—Mi señora doña Guiomar, en todo cuanto ha dicho, no ha salido de los lí-
    • EL JUEZ DE LOS DIVORCIOS e
    • ESCENA IV
    • s deshonra hasta la cuarta generación, sin tener hora de paz con todas las sus vecinas y
    • ESCENA v
    • Juez.—Eso haré yo de muy buena gana, y
    • (Cantan los músicos.) -
    • Resucita allí el honor E

    ELale —PFEL ESCRIBANO.—EL PROCURADOR.—UN VEJETE Y SU MUJER MARIANA. E UN GANA= N.—UN SOLDADO Y SU MUJER D.? GuiOMAR.—UN CIRUJANO Y SU MUJER ALDONZA DE MIN— JaCcA.—DOS MÚSICOS.

    Juez.—EL EscriBano y EL PROCURADOR, sentado el primero en una silla. Al alzarse el telón, entran EL VEJeETE Y MARIANA, SU MUJer, Mariana.—Aun bien que está ya el señor Juez de los divorcios sentado en la silla de su audiencia. De esta vez tengo de quedar án.

    mo almodonees tanto tu negocio; habla paso, por la pasión que Dios pasó; mira que tie- mes atronada a toda la vecindad con tus gritos; y pues tienes delante al señor Juez, con menos voces le puedes informar de tu justicia. >Juez.— ¿Qué pendencia traes, buena gente? “Mariana, —Señor, divorcio, divorcio, - Juez.—¿Por qué? E Mariana. —Porque no puedo ...

    aliento que ella dice que tengo mo se en. gendra de mis podridas muelas, porque no las tengo, ni menos procede de mi estóma- go, que está sanísimo, sino desa mala inten— ción de su pecho. Mal conocen vuesas mer— cedes a esta señora; pues a fe que si la cono- cieran, que la ayunarían o la santiguarían. Veinte y dos años ha que vivo con ella jamás co...

    a puro reíir, sin juicio. Si me cura, como ella dice, cúrame a regañadientes; habiendo la mano y la condición del mé- de ser suavi: dico. En resolución, señores, yo soy el que muero en su poder, y ella es la que vive en el mío, porque es señora, con mixto impe- rio, de la hacienda que tengo. Mariana,--¿Hacienda vuestra?; y ¿qué ha- cienda tenéis vo...

    de bien, y andad con Dios; que yo no hall causa para descasaros; y pues comisteis li duras; que no esfl maduras, gustad de las ningún marido a tener la velocidad y corri | del tiempo, que no pase por su puerta y pl “sus días; y descontad los malos que ahora | da, con los buenos que os dió cuando pu y no repliquéis más palabra. El Vejete.—Si fuese p...

    )mbre? Bien fuera que dijérades siquiera este hombre». Eo luiomer.—Si fuera hombre no procurara descasarme. Jjuez.—Puer, ¿qué es? Guiomar.—Un leño. oldado (para sí).—Por Dios que he de leño en callar y en sufrir. Quizá con no mderme ni contradecir a esta mujer, el z se inclipará a condenarme; y pensando

    O si por milagro se escapase un cautivo As mazmorras de Tetuán. ocurador.—Hablad más comedido, se- , y relatad vuestro negocio sin imprope- a vuestro marido, que el señor Juez de divorcios, que está delante, mirará rec- Ente por vuestra justicia, ujomar.—Pues ¿no quieren vuestras mer- es que llame leño a una estatua, que no e más acciones que un ma...

    ; AS e según he oído decir, es un género de gente a quien aborrecen en todo extremo los gari- teros. A las dos de la tarde viene a comer, sin que le hayan dado un real de barato, porque ya no se usa el darlo; vuélvese air; vuelve a media noche; cena, silo halla, ¡y si no, santíguase, bosteza y acuéstasel, y en toda la noche no sosiega, dando vuelta...

    mites de la razón; y si yo no Ed en lo que hago, como ella la tiene en lo que dice, ya había yo de haber procurado algún favor .de palillos de aquí o de allí, y procurar ver— me, como se ven otros hombrecitos aguditos y bulliciosos, con una vara en las manos, y sobre una mula de alquiler, pequeña, seca y maliciosa, sin mozo de mulas que le ACOMpa- ...

    Soldado.—Por esto sólo merecía ser que- rida esta mujer; pero debajo deste pundonor tiene encubierta la más mala condición de la tierra; pide celos sin causa; grita sin por qué; presume sin hacienda; y como me vé pobre, no me estima en el baile del rey Perico; y €s trueco lo peor, señor Juez, que quiere que a de la fidelidad que me guarda, le sufra...

    sica y guitarras en mi audiencia? Novedad grande es ésta. E Dichos y un GANAPÁN. ' Ganapán.—(Entra, con la caperuza cuar- teada.)—Señor Juez: Ganapán soy,¿no lo nie- go, pero A viejo y hombre de bien a me tomo del vino, 0 él me toma a mí que es lo más cierto, ya hubiera sido prioste en la ciofradía de los hermanos de la carga; pero, decir en ello, ...

    Apaceras, y yo tengo de tener todo el día la espada más lista que un sacabuche para de- ndella; y no ganamos para pagar penas de eros no maduros, mi de condenaciones de endencias. Querría, si vuesa merced fuese =rvido, o que me apartase della, o por lo Menos la mudase la condición acelerada que hiene, en otra más reposada y más blanda; y prométole ...

    DICHOS Y DOS MÚSICOS. E a Ed Entran los músicos, y uno dice:—Señor Juez: Aquellos dos casados tan deavenidoss que vuesa merced concertó, redujo y apaci- guó el otro día, están esperandoa vuesa merced con una gran fiesta en su casa, y por nosotros le envían a suplicar sea servido de hallarse en ella y honrallos.

    pluguiese a Dios que todos los presentes se apaciguaran como ellos. Procurador.—De esa manera moriríamos de hambre los escribanos y procuradores desta Audiencia; que mo, no, sino todo el mundo ponga demandas de divorcio, que, al cabo, al cabo, los más se quedan como estaban, y nosotros habemos gozado del fru- to de sus pendencias y necedades.

    Entre casados de honor, cuando hay pleito descubierto, más vale el peor concierto que no el divorcio mejor. Ñ Donde no ciega el engaño simple, en que algunos están,” las viñzs de por San Juan son paz para todo el año.

    y el gusto, que estaba muerto, donde vale el peor concierto más que el divorcio mejor, *. aunque la rabia de celos es tan fuerte y vigorosa, si los pide una hermosa, no son celos, sino cielos. Tiene esta opinión amor, que es el sabio más expertó, que vale el peor concierto | más que el divorcio mejor. | FIN da a

  2. 22 de sept. de 2014 · Descargar EL JUEZ DE LOS DIVORCIOS gratis en formato PDF y EPUB. Descargar EL JUEZ DE LOS DIVORCIOS, de Miguel de Cervantes para kindle, tablet, IPAD, PC o teléfono móvil.

  3. Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición. Entremés del Juez de los divorcios. ×

  4. 17 de abr. de 2012 · El juez de los divorcios. by. Cervantes Saavedra, Miguel de, 1547-1616. Publication date. 1800. Publisher. [S.l. : s.n.] Collection. spandr; unclibraries; americana.

  5. Título: El juez de los divorcios / Miguel de Cervantes Saavedra; edición de Florencio Sevilla Arroyo ( en Formato HTML) Autor: Cervantes Saavedra, Miguel de, 1547-1616. Publicación: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001. Idioma: español. Encabezamiento de materia: Teatro breve español -- Siglo 17º. Nombre relacionado:

  6. A pesar de ser quien estrenó en la literatura española el tema del divorcio con esta obra, Miguel de Cervantes nunca habló de su esposa en sus diversos textos autobiográficos. En este entremés varios matrimonios se presentan ante un juez y explican las causas de sus peticiones de ruptura.