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Dentro de las fronteras del Imperio romano de Occidente ya se han asentado varios pueblos germánicos: vándalos en el norte de África, suevos en el noroeste de Hispania, visigodos entre Hispania y el suroeste de la Galia, burgundios en la zona alpina, francos al noreste de las Galias y sajones al sureste de Britania.
En resumen, los Pueblos Germánicos son una fascinante y compleja cultura que ha dejado una profunda huella en la historia europea. Su origen se remonta a la antigüedad, y su organización social se basa en la estructura de tribus y clanes, con una marcada jerarquía y culto a sus líderes.
Las lenguas germánicas se dividen tradicionalmente entre las ramas germánicas oriental, septentrional y occidental. La opinión predominante moderna es que el germánico del norte y del oeste también se incluyeron en un subgrupo más grande llamado germánico del noroeste.
Normandos: se formaron por la fusión y asimilación de una minoría germánica del norte (que procedía principalmente de Dinamarca, germánicos del norte oriental, pero también de Noruega e Islandia, germánicos del norte occidental) y una minoría franca (germánica occidental) con una mayoría galorromana., etnogénesis de los nativos que ...
A mediados del primer milenio a.C., las tribus germánicas se asentaron en un corazón que se extendía por Dinamarca, el sur de Noruega y el sur de Suecia, y que se extendía a lo largo de las costas de los mares Báltico y del Norte, desde Flandes en el oeste hasta el Vístula en el este.
Las tribus germánicas occidentales asentados en las orillas del mar del Norte y el río Elba, se expandieron hacia el sur, junto al Rin y el Weser, llegando más tarde hasta los Alpes y hacia el oeste en Gran Bretaña.
Los burgundios hacen su aparición en el siglo I d.C., en las orillas del Báltico. Hacia el siglo III se instalan en la llanura polonesa. Desde ahí migran hacia el oeste y participan, entre los años 260 y 270, en las escaramuzas de los pueblos germánicos contra el Imperio Romano.
