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y mi voz quema dura. como el hielo de vidrio. como el grito de hielo. aquí en el caracol de la oreja. el latido de un mar en el que no sé nada. en el que no se nada. porque he dejado pies y brazos en la orilla. siento caer fuera de mí la red de mis nervios. mas huye todo como el pez que se da cuenta.
Maduración que duele y quema, que implica también crecimiento y conocimiento, rompimiento con lo pasado. El poeta está en un momento en que desconoce lo que hacer y todo le es extraño. Tiene miedo a lo desconocido y se siente titubeante, perdido y sin casi nada a lo que asirse.
Y mi voz quemadura / Alberto de Casso (Silencio turbio. Él se seca el lagrimal enrojecido. Ella le mira apretando la boca y estrujando la servilleta sobre el mantel. ) Bueno.. perdona... perdona. No sé por qué... no sé por qué... pero tu sonrisa triste de ahora me recordó a ese gesto de mi mujer.
Xavier Villaurrutia. Nocturno en que nada se Oye. Poema original: y labios ¿qué son labios? ¿qué. mi voz ya no es mía dentro del agua que no moja dentro del aire de vidrio dentro del fuego lívido que corta como el grito. en el juego angustioso de un espejo frente a otro cae mi voz. mi voz que madura. mi voz quemadura. mi bosque madura.
Y mi voz quemadura (por Xavier Villaurrutia) En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte
A continuación presentamos varios Nocturnos de Xavier Villaurrutia, acompañados por una excelente reseña biográfica de la ensayista chiapaneca Lizette Cortés. Villaurrutia es piedra de toque de la poesía mexicana: sí crepuscular, sí solemne, sí maravilloso poeta.
Nocturno en que nada se oye. En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen. sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte. en esta soledad sin paredes. al tiempo que huyeron los ángulos. en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre. para salir en un momento tan lento.
