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  1. SUSANA. - ¡Ah!, eso es ya una especulación metafísica y, como la mayoría de las especulaciones me tafísicas , no tiene nada que ver con los hechos de la vida real, tal como los conocemos. GRESFORD.-. Pues a mí, querida Susana, a decir verdad, confieso que me tiene sin cuidado llamarme Ernesto...

  2. La importancia de llamarse Ernesto (The Importance of Being Earnest, A Trivial Comedy for Serious People) es una obra teatral de Oscar Wilde escrita en 1895. Es una comedia que trata sobre las costumbres y la seriedad de la sociedad. Está dividida en tres o cuatro actos (dependiendo de la edición).

  3. Resumen y sinopsis de La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde. Obra de excelente trama cómica que fluye entre los sutiles diálogos de sus escenas y el relato de los hechos lleno de agudeza y frescura. Estos son los grandes valores que han hecho de esta composición una de las más representadas y aplaudidas del mundo.

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  4. La importancia de llamarse Ernesto fue la última comedia creada por el poeta, escritor y dramaturgo de origen irlandés, Oscar Wilde. Completada en 1895, es considerada una verdadera obra maestra. Su puesta en escena fue el 14 de febrero de ese mismo año, en el teatro St. James en Londres.

  5. Oscar Wilde es el escritor de esta obra cómica, en la que relata la historia de dos hombres que fingen llamarse Ernesto, esto lo hacen con el fin de casarse con dos mujeres que fantasean con casarse algún día con alguien llamado Ernesto.

  6. "La Importancia de Llamarse Ernesto" es una obra maestra de la comedia teatral que desafía las convenciones sociales y morales de la época victoriana. A través de sus personajes ingeniosos y sus diálogos mordaces, Wilde explora temas como la identidad, la hipocresía, la moralidad y el amor.

  7. Eso es evidentemente una especulación metafísica, y como la mayoría de las especulaciones metafísicas tiene muy poca relación con los hechos efectivos de la vida real, tal como los conocemos. JACK. -Personalmente, amor mío, se lo digo con toda franqueza, me tiene sin cuidado llamarme Ernesto...