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  1. 4 de nov. de 2019 · Un cuento en inglés que narra la alegría que siente una niña que siente alegría al visitar la granja, recolectar manzanas de los árboles, jugar con las hojas y encontrar la manzana perfecta para tallar una cara para Halloween. 7. “Llega el otoñode Gloria López Garzón, Ed.

  2. Una mañana de otoño, Roble se despertó y sintió que algo extraño estaba sucediendo en su interior. Se miró y vio que sus hojas habían comenzado a cambiar de color, pasando del verde al amarillo y al rojo. Estaba asombrado y un poco confundido, así que preguntó a sus amigos del bosque, el Zorro y el Conejo, qué estaba sucediendo.

  3. Permite el desarrollo de procesos cognitivos básicos como la OBSERVACIÓN de diferencias y semejanzas, el ORDEN y la INTEGRACIÓN de objetos. Relacionado con el Otoño y con la primera página del cuento “El ladrón de hojas”, donde la ardilla OBERVA el color de las hojas, hemos realizado varias actividades como podéis ver en las fotos.

  4. 22 de feb. de 2019 · Ocurrió en un día de septiembre caluroso, que el viento del este, sin darse cuenta, llevaba en su abrigo de viento un pequeño hombrecillo consigo. Su melena era roja como el fuego y su barba también. Llevaba un abriguito de mil colores. Los gnomos y los elfos le llamaban el hombrecillo de otoño. Nadie sabía de dónde venía, pero la ...

  5. Bienvenido otoño es uno de los cuentos de las estaciones del año de la escritora Ana María Manceda. Cuento sugerido para todo tipo de lectores. Bienvenido otoño. Los pasos de los duendes sobre las hojas caídas del otoño. Ana María Manceda, escritora argentina. Cuento para padres.

  6. Cuento de otoño. Isabelle y Magali son dos amigas que viven en un valle de la Provenza. Isabelle se ha empeñado en casar a Magali, que está viuda y se ha quedado sola tras la marcha de sus hijos, razón por la cual recurre a los anuncios por palabras. IMDb 7.4 1 h 51 min 1998. 13+.

  7. Volví, y mis brazos estrecharon con pavura el pálido fantasma que había dormido en ellos tantas veces. Salí con aquella fúnebre carga. En la puerta, una mano, que colgaba inerte, se abrasó en [219] las luces, y derribó el candelero. Caídas en el suelo las bujías siguieron alumbrando con llama agonizante y triste.

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