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  1. Toda la información sobre 'El gran carnaval' (1951): Tráiler, cartelera en cines, sinopsis, imágenes, reparto, críticas, curiosidades de 'El gran carnaval'

  2. Con el paso de los años y el ascenso de la televisión sensacionalista, que generó mil figuras como la de Jack Tatum, la importancia de "El gran carnaval" fue cada vez mayor. Costa-Gavras la rindió su particular homenaje con Mad City (1998) y, a pesar de que Wilder no aparecía en los créditos de la película, las críticas del día del estreno mencionaron casi unánimemente el film de 1951.

  3. Coqueteando con la sátira periodística, la tragicomedia, el drama clásico y el cine negro, “El gran carnaval” se erige en un desolador ejemplo de cómo las más bajas pasiones –el ansia de fama, poder y dinero, pero también la cobardía, la estupidez y la lujuria- gobiernan nuestros actos.

  4. 20 de dic. de 2017 · Comprendo que mi forma de abrir esta presentación es desconcertante; el lector pensará que poco tiene que ver esta reflexión con el filme que nos ocupa, pero les pido paciencia e intentaré dar sentido y encaje a este capítulo al final del tratado. Por ello, pasemos directamente al análisis de la película sin más rodeos. 2.

  5. En el caso de El gran carnaval, relato basado en hecho real, en un accidente ocurrido en Kentucky, en 1925, en el que murió un hombre, Floyd Collins, atrapado en el interior de una cueva. La prensa sensacionalista tuvo su origen en las canciones populares y los romances de ciego, que reproducían el modelo medieval de los viejos juglares en ...

  6. Fue en la Edad Media cuando se le dio el nombre de Carnaval. En latín: «Carnem Levare», significa «quitar la carne». La celebración del carnaval se hacía unos días antes al período de la Cuaresma. La Cuaresma son los 40 días que preceden a la Pascua. La Cuaresma era un tiempo de ayuno y sobriedad.

  7. 'El gran carnaval' (1951, Billy Wilder) se erige en imponente fábula sobre el ADN facineroso y desalmado de la prensa amarilla y la más abominable bajeza humana. Tres cuartos de siglo después, por desgracia, aún no se ha quedado desfasada en un mensaje atemporal y vigente.