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María de Médicis nació el 26 de abril de 1575 en Florencia, Italia. Era hija de Francisco I de Médicis, duque de Florencia, y de Juana de Austria, hija de Fernando I de Habsburgo. Proveniente de una familia noble y adinerada, María creció rodeada de lujo y privilegios. Matrimonio y ascenso al trono. En 1600, María de Médicis contrajo ...
La educación de María de Médicis – Rubens. 12 de diciembre de 2006 Publicado por Cristina. Esta obra forma parte de un conjunto de 22 telas que encargó la regente de Francia, María de Médicis (1573-1642), ahora en el Museo del Louvre. Se empezaron en 1622 y en 1625 se concluyó la serie. En ese momento Rubens supervisó la colocación ...
Sería la riqueza de la dote y no la belleza de la joven lo que animó al monarca francés a contraer matrimonio.Esta escena es la cuarta del ciclo y en ella Rubens imagina un primer encuentro entre los futuros esposos a través del arte. Enrique IV recibe el retrato de su prometida de manos de Himeneo -dios del matrimonio, en la izquierda- y ...
Posiblemente, estas copias de la serie de María de Médicis son una extensión, pero de corte político, del uso que en el Virreinato se dio a la obra del pintor flamenco. BBLM ';Los óleos de gran formato se encuentran actualmente en la Galería Médicis del Louvre. Bibliografía Burchard, Ludwig, Corpus Rubenianum. London, Harvey Miller, 1977.
El ciclo de María de Médicis es una serie de veinticuatro pinturas de Pierre Paul Rubens encargadas en 1621 por la reina María de Médicis , viuda de Enrique IV , para el Palacio de Luxemburgo en París. Rubens debía completar estas pinturas en 2 años para completarlas para la boda de la hija de Marie de Medici, Henriette Marie .
MARÍA DE MÉDICIS, ENTRE LA PACIFICACIÓN Y LA INTRIGA. Tras el regicidio de Enrique IV de Francia el 14 de mayo de 1610, la reina consorte María de Médicis asumió la regencia en nombre de su hijo Luis XIII que aún no tenía 9 años, siendo demasiado joven para poder reinar. La posición insegura de su regencia ante la nobleza del reino y ...
Doña María de Médicis viste un elegante traje negro con cuello blanco, destacando ante un fondo neutro realizado con largas pinceladas de tonalidades claras. El maestro centra la atención en el rostro de la dama, de singular belleza pese a sus 50 años, para mostrar al espectador su personalidad a través del gesto y de la mirada.
