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  1. Entre Cristo y aquel hombre tiene lugar un diálogo tenue, compuesto por dos frases esenciales. Por un lado, está la petición del malhechor, al que la tradición llama «el buen ladrón», el convertido en la hora extrema de su vida: «Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino».

  2. La conversión del buen ladrón. La muerte de Jesús. Acuérdate de mí, cuando llegues a tu Reino. Y le respondió: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso. Por: P. Enrique Cases ...

  3. Jesús le decía a santa Faustina Kowalska, que ni todos los pecados del mundo superaban su misericordia, pero que el recipiente necesario para recibir esa misericordia es la confianza del alma que viene a buscar su perdón.

  4. Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando ...

  5. Lectura del Evangelio según San Lucas. 23, 33-34. 39-43. Cuando llegaron al lugar llamado "La Calavera", lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Jesús decía: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:

  6. El buen Ladrón nos trasmite un mensaje: la misericordia divina puede, en un momento hacernos pasar del abismo más profundo a la santidad más elevada. Él fue el primer “canonizado” de la historia de la historia de la salvación. El mundo atraviesa una crisis de esperanza. Y sin embargo, Jesús siempre sale a buscar a quien parece perdido.

  7. «Sí, Señor, tu rostro busco. No me ocultes tu rostro» ( Sal 27, 8). ORACIÓN. Señor, hoy te grito en lágrimas: «Jesús, acuérdate de mí cuando estés en tu reino» ( Lc 23, 42). Yo anhelo con confianza este reino. Es la morada eterna que has preparado para todos aquellos que te buscan con corazón sincero.