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  1. Siguiente. Prosas profanas y otros poemas. Rubén Darío [Nota preliminar: edición digital a partir de la edición de París, Viuda de C. Bouret, 1901, y cotejada con las ediciones de Ignacio M. Zulueta, Madrid, Castalia, 1983, y Ricardo Llopesa, Madrid, Espasa, 1998, cuya consulta recomendamos.]

  2. Mira en tus ojos los míos; da al viento la cabellera, y que bañe el sol ese aro. de luz salvaje y espléndida. Dame que aprieten mis manos. las tuyas de rosa y seda, y ría, y muestren tus labios. su púrpura húmeda y fresca.

  3. Rubén Darío y el Modernismo. En gran medida Rubén Darío es considerado como el padre y creador del modernismo hispano, lo que es cierto a modo general, sin embargo ya para la época en la que salió a la luz su gran obra el libro Azul,1888, escrito del cual se considera fue el inicio de dicha movimiento literario, existían en el mundo de ...

  4. El cisne. [Poema - Texto completo.] Rubén Darío. A Ch. del Gouffre. Fue una hora divina para el género humano. El Cisne antes cantaba sólo para morir. Cuando se oyó el acento del Cisne wagneriano. fue en medio de una aurora, fue para revivir. Sobre las tempestades del humano oceano.

  5. 1 de feb. de 2016 · Rubén Darío Príncipe de las Letras Castellanas Padre del Modernismo . Fue un poeta, periodista y diplomático nicaragüense, iniciador y máximo representante del modernismo hispanoamericano en lengua española. Es, posiblemente, el poeta que ha tenido una mayor y más duradera influenci

  6. Más poesía de Rubén Darío en: Poesía de oro Puedes escuchar su poesía en: De viva voz Volver a: A media voz Volver a: Índice L-Z Volver a: Poesía sensual. Pulsa aquí para recomendar esta página A Francisca. Ajena al dolo y al sentir artero, llena de la ilusión que da la fe, lazarillo de Dios en mi sendero,

  7. dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, desapareció, tornó a la montaña, y recomenzaron su aullido y su saña. Otra vez sintióse el temor, la alarma, entre los vecinos y entre los pastores; colmaba el espanto los alrededores, de nada servían el valor y el arma, pues la bestia fiera. no dio treguas a su furor jamás,

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