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  1. 25 de feb. de 2015 · BIOGRAFÍA. Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836. El padre, don José Domínguez Bécquer, era pintor costumbrista de notable éxito, especialmente entre los viajeros ingleses de la época. Cuando el futuro poeta contaba cinco años murió su padre y su madre, doña Joaquina de la Bastida y Vargas, cuando tenía once.

  2. Gustavo Adolfo Bécquer poeta y cuentista 1836-1870. Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en 1836. Su nombre original era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, pero el poeta adoptó el segundo apellido paterno, Bécquer (originalmente un nombre flamenco, Becker). Su padre fue un estimable pintor sevillano cuyos antecesores habían emigrado a ...

  3. Biografía de Gustavo Adolfo Bécquer. Nació en Sevilla, el 17 de febrero de 1836. Era hijo de Joaquina Bastida de Vargas y del pintor José Domínguez Bécquer. Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo Mártir, con el nombre de Gustavo Adolfo, siendo su apellido original Domínguez Bastida. Tenía un hermano mayor, Valeriano, ambos ...

  4. www.profesorenlinea.cl › biografias › BecquerGustavBécquer, Gustavo Adolfo

    Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el miércoles 17 de febrero de 1836, en el número 9 de la calle Ancha de San Lorenzo (actual Conde de Barajas), en una casa que en la actualidad no existe. Fue bautizado el jueves 25 del mismo mes en la parroquia de San Lorenzo Mártir, oficiando de madrina Manuela Monnehay, hija de un perfumista ...

  5. Joaquina Bastida y Vargas, madre de Gustavo Adolfo Bécquer. Retrato de José Domínguez Bécquer. Museo de Bellas Artes de Sevilla.

  6. Gustavo Adolfo Bécquer. Sevilla, 17.II.1836 – Madrid, 22.XII.1870. Poeta y prosista. Nacido en Sevilla, en el barrio de San Lorenzo, en el seno de una antigua familia de origen flamenco, Gustavo Adolfo Bécquer, nombre que adoptó para sus actividades artísticas, se llamaba en realidad Gustavo Adolfo Domínguez Bastida.

  7. Mientras sintamos que se alegra el alma, sin que los labios rían; mientras se llore sin que el llanto acuda. a nublar la pupila; mientras el corazón y la cabeza. batallando prosigan; mientras haya esperanzas y recuerdos, ¡habrá poesía! Mientras haya unos ojos que reflejen.