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  1. Hace 2 días · Al parecer, uno de los primeros fue Federico Guillermo I de Prusia, quien en 1724 ordenó disecar un jabalí cazado por él y expuesto actualment­e en el Museo de Historia Natural de Berlín. Y asimismo el profesor Paolo Savi, director del Museo Nacional de la Universida­d de Pisa, quien preparó en 1825 un diorama sobre un agarre de jabalí.

  2. 10 de may. de 2024 · Finalmente, Federico Guillermo I moría en su cama el 31 de mayo de 1740, momento tras el cual su hijo accedería al trono con el nombre de Federico II Hohenzollern, rey de Prusia. Federico II se sabía heredero de un poderosísimo sistema militar, constituido como la vanguardia entre las naciones, estaba compuesto por 80.000 hombres (en 1740 ...

  3. 29 de may. de 2024 · En los Estados alemanes en 1848 en Fráncfort, su protagonista, Federico Guillermo, rey de Prusia, se negó a aprobar una constitución igualitaria liberal, que era su objetivo. La mayoría de las revoluciones terminaron en 1848. Su fracaso fue absoluto. Desapareció la servidumbre y las herencias del feudalismo.

  4. 24 de may. de 2024 · Graduado en medicina en la Universidad de Jena en 1683, se integró al equipo de la corte del duque Johann Ernst de Sajonia-Weimar. Entre 1694 y 1716, ocupó la cátedra de medicina en la Universidad de Halle, tras lo cual fue nombrado médico del rey Federico Guillermo I de Prusia.

  5. Hace 3 días · Federico Guillermo IV de Prusia apaciguó los ánimos saliendo a la calle sin protección, el papa Pío IX no sabía cómo lidiar con su extraña conversión en icono del nacionalismo italiano.

  6. 8 de may. de 2024 · El Palacio de Sanssouci en la ciudad alemana de Potsdam se construyó entre los años 1745 y 1747 por orden de Federico II el Grande, el rey prusiano, que concibió este lugar como su retiro de los problemas de la corte que tenía que atender en Berlín, capital de Prusia y que distan apenas 30 kilómetros de Potsdam.

  7. 29 de may. de 2024 · Federico Guillermo IV de Prusia apaciguó los ánimos saliendo a la calle sin protección, el papa Pío IX no sabía cómo lidiar con su extraña conversión en icono del nacionalismo italiano.