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  1. Hace 4 días · Teoría del conocimiento recogida en la Crítica de la razón pura (1781). ¿Qué debo hacer? Establece los principios para que la razón pueda obrar según su plena libertad.

  2. Hace 1 día · La belleza que podemos experimentar ante la naturaleza o la sublimidad que podemos sentir ante su grandeza, son indicios, para Kant, de una suerte de feliz coincidencia entre el mundo de la naturaleza y el mundo de la libertad. No hay nada más bello que la figura humana, sugiere Kant, y nada hay más digno que el ser humano.

  3. Hace 1 día · Este año, el mundo conmemora el tricentenario del nacimiento de Immanuel Kant (1724-1804), una de las figuras más importantes en el desarrollo de la filosofía moderna. Mucha gente considera a Kant un agnóstico, es decir, una persona escéptica o que duda de la existencia de Dios. Sin embargo, esta suposición es incorrecta.

  4. Hace 4 días · Kant, Teoría del Conocimiento. La teoría del conocimiento kantiana se halla en su obra capital, la Crítica de la razón pura, a la que pertenece el texto que comentamos. Desde el punto de vista del contenido, esta obra se articula en 5 partes: Los dos prólogos y la introducción, donde Kant plantea el problema del conocimiento.

  5. Hace 1 día · Aun así, la mediación del alma hace posibles las dos vías de acceso al conocimiento que señala Platón: la reminiscencia y la dialéctica, y un elemento emocional que impulsa al alma en su progreso hacia las Ideas: el amor. La teoría de la reminiscencia sostiene que conocer no es otra cosa que recordar. El alma humana ha contemplado las ...

  6. Hace 4 días · En este contexto, Kant dará un importante giro en el estudio de la epistemología, dando suma importancia a la experiencia como principio del conocimiento, pero dando la misma importancia a las estructuras innatas de la razón humana como forma de organizar el mismo (Idealismo Trascendental).

  7. Hace 4 días · En este artículo queremos mostrar que para Boecio y San Agustín, la libertad humana y la presciencia divina son compatibles entre sí. Para probarlo en primer lugar refutaremos las teorías de los astrónomos y de los filósofos deterministas, utilizando los argumentos del Libro V de la Ciudad de Dios de San Agustín.