Resultado de búsqueda
Los paraísos artificiales es el nombre con el que se conocen una serie de ensayos de Charles Baudelaire publicados por separado en dos fechas distintas. La primera parte, con el título "Sobre el Ideal artificial, el Haschish", aparecería en la Revue contemporaine el 30 de septiembre de 1858.
Publicado por Julián Pérez Porto - 21 de junio de 2011. Tres años después de haber lanzado «Las flores del mal», el escritor y traductor francés Charles Baudelaire sorprendió con una propuesta que, en español, recibió el título de «Los paraísos artificiales». Al leer este trabajo, hay quienes dicen que se percibe una fuerte ...
20 de sept. de 2015 · En Los paraísos artificiales, Baudelaire hace un impresionante estudio de los efectos del hachís y del opio a partir de las experiencias que había amasado en el mundo de la bohemia. También se sirve de diferentes relatos que le habían contado algunos de sus conocidos, la mayoría drogadictos.
aplicar la expresión «Paraísos artificiales» —la tomó de una tienda de flores artificiales de París— a la vivencia del mundo creado por el opio y otras sustancias alucinógenas. Partiendo de «Las confesiones de un comedor de opio inglés», de Thomas de Quincey, al que en parte traduce, Baudelaire hace una especie de tratado
- 1MB
- 523
Los paraísos artificiales es el nombre con el que se conocen una serie de ensayos de Charles Baudelaire publicados por separado en dos fechas distintas. La primera parte, con el título "Sobre el Ideal artificial, el Haschish", aparecería en la Revue contemporaine el 30 de septiembre de 1858.
Resumen del libro. Los Paraísos Artificiales es una obra escrita por Charles Baudelaire y publicada en 1860. En este libro, el autor explora las vías de escape a realidades alternativas que le ofrecían el alcohol, el hachís y el opio.
Por Antonio Méndez. Compartir: Crítica. Con referencias a las “Confesiones De Un Inglés Comedor De Opio” de Thomas de Quincey, estos “Paraísos Artificiales” (1860) de Charles Baudelaire configuran un ensayo del que el autor galo estaba más que satisfecho, considerando incluso el libro como su obra más perfecta.
