Resultado de búsqueda
Platero y yo es una obra narrativa, escrita por el autor Juan Ramón Jiménez, en la cual se relatan las anécdotas, vida y muerte de Platero, un burrito singular. El libro, publicado en 1914, representa la transición de la narrativa del modernismo y de todas las corrientes posteriores.
- Especialista en Medios Audiovisuales
Platero y Yo. Por. Juan Ramón Jiménez. ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE LEAN ESTE LIBRO PARA NIÑOS. Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero, estaba escrito para... ¡qué sé yo para quién!... para quien escribimos los poetas líricos... Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma. ¡Qué bien!
Platero y yo es una obra del escritor español Juan Ramón Jiménez 1 publicada en 1914, que recrea poéticamente la vida del asno Platero, su inseparable amigo de niñez y juventud. Es muy célebre el primer párrafo: Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
PROSA - Platero y yo. “Platero y yo” el libro más bello de la narrativa lírica contemporánea. Resulta clave y centro de la poesía de Juan Ramón Jiménez. Con razón nos aseguró que no era un libro para niños. Es eso y mucho más: poesía, novela, fábula, relato y retrato de gente y paisajes de su Moguer blanco y marinero.
17 de ene. de 2023 · Juan Ramón Jiménez, autor de Platero y yo. El autor de Platero y yo es Juan Ramón Jiménez, un escritor que nació en el 1881 y falleció en el 1958 en el exilio. Nació en Moguer, una localidad de Huelva y que, como ya hemos comentado, es el paisaje que inspira la creación de esta obra literaria.
En Platero y yo, Juan Ramón Jiménez utiliza un estilo literario poético y lírico para narrar las aventuras de un burro y su dueño en un pueblo andaluz. La prosa del autor es rica en metáforas y descripciones detalladas que transportan al lector a la atmósfera mágica y nostálgica del pueblo.
Juan Ramón Jiménez. Platero y yo: 1 – Platero. Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.