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Lucas 15. Reina-Valera 1960. Parábola de la oveja perdida. ( Mt. 18.10-14) 15 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
S. Lucas 15 | RVR1960 Biblia | YouVersion. Parábola de la oveja perdida. (Mt. 18.10-14) 1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
- Los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharle.
- Por esto los fariseos y los maestros de la Ley lo criticaban entre sí: 'Este hombre da buena acogida a los pecadores y come con ellos.
- Entonces Jesús les dijo esta parábola
- Si alguno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió hasta que la encuentra?
- Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
- y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
- Entonces él les refirió esta parábola, diciendo
- ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
Lucas 15:1-32. Parábola de la oveja perdida. 15:4-7 – Mt 18:12-14. 1 Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, 2 de modo que los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Lucas 15 | NVI Biblia | YouVersion. Parábola de la oveja perdida. 15:4-7 – Mt 18:12-14. 1 Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, 2 de modo que los fariseos y los maestros de la ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».
Nueva Versión Internacional. Parábola de la oveja perdida. 15 Muchos recaudadores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo, 2 de modo que los fariseos y los maestros de la Ley se pusieron a murmurar: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos».