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  1. 2024/05/31 Cuento de hadas: El lobo y la siete cabritillas - Un cuento de los hermanos Grimm. Érase una vez una vieja cabra que tenía siete cabritas, a las que quería tan tiernamente como una madre puede querer a sus hijos. Un día quiso salir al bosque a buscar comida y llamó a sus pequeñuelas.

    • El Clavel

      2024/05/23 Cuento de hadas: El clavel - Un cuento de los...

  2. Los siete cabritillos y el lobo. Cuentos clásicos. Autor: Hermanos Grimm. Edades: Todas las edades. Valores: obediencia, prudencia, responsabilidad. Había una vez una vieja cabra que tenía siete cabritillos.

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  3. Escuchar cuento. Cuento El lobo y las siete cabritillas: adaptación del cuento de los Hermanos Grimm. Había una vez una cabra que tenía siete cabritillas. Todas ellas eran preciosas, blancas y de ojos grandes. Se pasaban el día brincando por todas partes y jugando unas con otras en el prado.

    • LOS SIETE CABRITOS Y EL LOBO
    • LOBO: (CANTA)
    • CABRITOS (CANTAN)
    • Entonces el lobo fue a buscar a un panadero y le dijo:
    • TOC, TOC, TOC (sonido de puerta)
    • Pero los cabritillos, al oír una voz tan ronca, se dieron cuenta de que era el lobo y exclamaron:
    • Hasta que, al acercarse donde estaba el más pequeño, pudo oír su melodiosa voz:

    Narrador: Había una vez una cabra que tenía siete cabritos, a los que quería tanto como cualquier madre puede querer a sus hijos. Un día necesitaba ir al bosque a buscar comida, de modo que llamó a sus siete cabritillos y les dijo: MAMÁ: Queridos hijos, voy a ir al bosque; tengan cuidado con el lobo, porque si entrara en casa se los comería a todos...

    -“Abran, abran, abran cabritos, que la madre ha regresado, abran, abran , abran cabritos, que traigo pasto de los padros” Pero el lobo había apoyado una de sus negras pezuñas en la ventana, por lo cual los pequeños pudieron darse cuenta de que no era su madre y exclamaron: Los cabritos dijeron: CABRITOS: -Mamita, pero mamita ¿cómo sabremos que eres...

    Entonces la madre se despidió con un par de balidos y, tranquilizada, emprendió el camino hacia el bosque. Pero el lobo, que estaba escondido escuchando todo, se aprendió la canción y... CABRITOS: No abriremos; nuestra madre no tiene la pezuña tan negra como tú. Tú eres el lobo.

    LOBO: Me he dado un golpe en la pezuña; úntamela con un poco de masa. PANADERO: No!! LOBO: Ah, no? Entonces te comeré!. PANADERO: Tome señor lobo (extiende la masa en la pezuña tiritando) Y cuando el panadero le hubo extendido la masa por la pezuña, se fue corriendo a buscar al molinero y le dijo:

    LOBO: “Abran, abran, abran cabritos, que la madre ha regresado, abran, abran , abran cabritos, que traigo pasto de los padros”

    LOBO: Échame harina en la pezuña. MOLINERO: (Al público) Seguro que el lobo quiere engañar a alguien, pero si no le doy lo que quiere, me comerá!! Entonces el molinero se asustó y le puso la pezuña, y toda la pata, blanca de harina. Por tercera vez fue el malvado lobo hasta la casa de los cabritos, llamó a la puerta y dijo: CABRITOS: No abriremos...

    Y, llenos de alegría, bailaron con su madre alrededor del pozo. CABRITO: Mamita, estoy metido en la caja del reloj. La madre lo sacó de allí, y el pequeño cabrito le contó lo que había sucedido, diciéndole que había visto todo desde su escondite y que, de milagro, no fue encontrado por el lobo. La mamá cabra lloró desconsoladamente por sus pobres h...

  4. Cuento clásico: Los siete cabritillos y el lobo. Hace mucho tiempo, en una vieja casa en el campo, vivía una mamá cabra. Junto a ella vivían sus siete cabritillos, su mayor tesoro en este mundo. La cabra los amaba con un cariño inmenso y, preocupada por su seguridad, siempre les repetía una advertencia: «Mis queridos hijos, jamás ...

  5. Madre e hija salieron a buscar al lobo. Le encontraron profundamente dormido en un campo de maíz. Su panza parecía un enorme globo a punto de explotar. La madre, con toda la fuerza que pudo, le dio con el mazo en la cola y el animal pegó un bote tan grande que empezó a vomitar a las seis cabritas, que por suerte, estaban sanas y salvas.

  6. En un claro del bosque, en una acogedora casita cerca del río, vivían siete cabritillas con su madre. Su vida habría transcurrido sin preocupaciones de no ser por el lobo feroz, que los acechaba para comérselos. Mamá cabra les había dado instrucciones para protegerse mientras ella no estuviera en casa.

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