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  1. Jesús calma la tempestad y se revela como el Señor de la Creación. (Mr 5:1-20) Su encuentro con el endemoniado gadareno pone en evidencia su poder sobre los más fieros satélites del diablo. (Mr 5:25-34) Sana a una mujer con flujo de sangre, demostrando así su poder sobre aquellas enfermedades arraigadas que resisten a todo remedio humano.

    • El Temor A Morir
    • La Falta de Fe
    • La Obediencia Es La Clave

    Cuando los discípulos se hallaban en medio de la tempestad, llegaron a sentir mucha angustia y tuvieron miedo de morir ahogados, ya que la mayoría de los que iban en esa barca sabían cómo era el mar de Galilea y sus tormentas. Esto nos dejó algunas enseñanzas: 1. Dios puso a prueba la fe en la cotidianidad. 2. Las pruebas difíciles de la vida nos m...

    El temor en el ser humano es normal, ya que al vernos en peligro esa es la reacción más natural. Pero cuando todo se pone en las manos de Dios, podemos tener la certeza de que él no nos desamparará. Así que en el caso de los discípulos el mayor peligro no era la tempestad sino la falta de fe, ya que sin ella es imposible agradar a Dios.

    En la historia de la cual hemos hecho mención Jesús mostró su autoridad para que cesara la tormenta, pidiéndole al viento y al mar que se calmaran e inmediatamente todo se calmó. Esto le abrió los ojos y las mentes de los discípulos ante el poder que tenía Jesús para calmar esa tormenta. Por lo cual así como la naturaleza obedeció a su mandato, igu...

  2. En resumen, la narración de Jesús que calma la tempestad nos enseña acerca de la bondad y el poder de Dios, su cuidado protector sobre sus hijos, y su presencia en nuestras vidas. También nos exhorta a mantener una fe firme en Dios, incluso en los tiempos más duros.

  3. 30 de sept. de 2021 · Cuando Jesús calmó la tormenta, cumplió las Escrituras. El salmista escribe que el Señor es quien controla el viento y las olas. Detiene la tormenta y calma la violencia de las aguas. Él libera de la angustia a los que claman por él en angustia, y cambia la tempestad en una suave brisa (Salmo 107: 23-30).

  4. Con una palabra rápida de Cristo, la tempestad amainó y el mar se calmó (Marcos 4:39). Cuando Jesucristo calma la tempestad, los apóstoles se maravillaron ante esta poderosa demostración de la habilidad sobrenatural de Jesús sobre los elementos (Lucas 8:25).

  5. Jesús calma la tempestad (Mt 8:18-27) En (Mt 8:19) leemos: "Entonces se le acercó un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas". Un rato después los discípulos iban a seguir al Señor Jesús y allí, en medio del lago, se iban a dar cuenta de que no siempre es fácil seguirlo.

  6. 7 de mar. de 2015 · Jesús calma la tempestad. Esto se debe a que al Oeste hay colinas con valles y barrancos; y cuando sopla el viento frío del Oeste, estos valles y cauces actúan como abanicos gigantescos que provocan fuertísimos vientos.