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  1. La poesía religiosa . de Miguel de Unamuno. Trabajo de docencia investigadora . Carvalho, Gloria de. Director: Díez de Revenga, Francisco Javier. Dep. Lengua y Literatura Española, . Universidad de Letras, Murcia, 2006. INTRODUCCIÓN. A finales del siglo XIX, y frente a una España política y militarmente. inestable, entre.

    • Gloria de Carvalho
    • 2012
  2. DOS AGONÍAS QUE SON UNA. Como es sabido, la noción de fe ocupa un lugar absolutamente central en el pensamiento de Miguel de Unamuno, en especial a partir de su crisis de 1897. Una noción que generalmente tiene un protagonismo explícito muy superior a la de esperanza, inseparable en último térmi-no de aquella.

  3. Resumen. El presente artículo rastrea el pensamiento antropológico de Miguel de Unamuno, descubriendo su esencia en el aspecto religioso. El desarrollo de este argumento permite explicitar la formación intelectual de Unamuno, destacando la relación de su pensamiento con tres de los filósofos que más le influyeron: Agustín, Pascal y Kierkegaard.

  4. 23 de sept. de 2014 · Pdf_module_version 0.0.20 Ppi 500 Republisher_date 20140930202646 Republisher_operator associate-joseph-ondreicka@archive.org;associate-eric-escobar@archive.org Scandate 20140930143738 Scanner scribe2.nj.archive.org Scanningcenter nj

  5. Mi religión” corresponde a una etapa del pensamiento unamuniano, muy distinguible, que va más o menos de 1904 a 1912, periodo que es la antesala de Del sentimiento trágico de la vida, y que corresponde a su primer mandato como rector de la Universidad de Salamanca, así como a la creación.

  6. 23 de mar. de 2015 · Mi religión y otros ensayos breves : Unamuno, Miguel de, 1864-1936 : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive.

  7. Por ello, la incertidumbre no lleva al desaliento, sino que es la misma sustancia de la vida, del sueño y de la poesía. Es el motor de la búsqueda de la verdad. Sólo en ella hay algún fundamento para el consuelo. Así lo reconoce Unamuno: No es, en rigor, que la razón nos lleve al escepticismo absoluto, ¡no!