Resultado de búsqueda
Francisco de Quevedo. Un nuevo corazón, un hombre nuevo. ha menester, Señor, la ánima mía, desnúdame de mí, que ser podría. que a tu piedad pagase lo que debo. Dudosos pies por ciega noche llevo, que ya he llegado a aborrecer el día, y temo que hallaré la muerte fría. envuelta en (bien que dulce) mortal cebo.
Un nuevo corazón, un hombre nuevo. ha menester, Señor, el Alma mía: desnúdame de mí, que ser podría. que a tu piedad pagase lo que debo. Dudosos pies por ciega noche llevo, que ya he llegado a aborrecer el día,
Un godo, que una cueva en la montaña. Un nuevo corazón, un hombre nuevo. Un nuevo corazón, un hombre nuevo. Un tenedor con medias y zapatos; Ver relucir, en llamas encendido, Verdugo fue el temor, en cuyas manos. Verendo padre, a lástima movido ¿Ves con el polvo de la lid sangrienta ¿Ves esa choza pobre que, en la orilla,
aún no fío mi salud a mi deseo. #EscritoresEspañoles. 1. Un nuevo corazón, un hombre nuevo ha menester, Señor, el Alma mía: desnúdame de mí, que ser podría que a tu piedad pagase lo que debo…. Dudosos pies por ciega noche llevo….
poema heráclito cristiano- salmo i de francisco de quevedo. Un nuevo corazón, un hombre nuevo ha menester, Señor, la ánima mía; desnúdame de mí, que ser podría que a tu piedad pagase lo que debo.
Tras vos un Alquimista va corriendo... Tú, princesa bellísima del día... Tú, rey de ríos, Tajo generoso... Tú, ya, ¡oh ministro!, afirma tu cuidado ; Tudescos moscos de los sorbos finos... Un nuevo corazón, un hombre nuevo ; Vejamen del ratón al caracol ¿Ves con el polvo de la lid sangrienta...
Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645) [esp], _Soneto_, «Un nuevo corazón, un hombre nuevo…» Un nuevo corazón, un hombre nuevo. ha menester, Señor, la ánima mía; desnúdame de mí, que ser podría. que a tu piedad pagase lo que debo. Dudosos pies por ciega noche llevo, que ya he llegado a aborrecer el día, y temo que hallaré la muerte fría.