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21 de jul. de 2023 · En Zenda reproducimos tres poemas de Tres historias y diez poemas (Averso), de Ernest Hemingway. ***. Encabezado del capítulo. Porque hemos pensado los más largos pensamientos. y hemos ido por el camino más corto. Y hemos bailado al son de los demonios, temblando en casa hasta rezar;
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- Laura di Verso
9 de may. de 2018 · Porque estoy enamorado. Ernest Hemingway. (Estados Unidos 1899-1961) La palabra. (Dedicado a Ernest Hemingway, uno de los más importantes escritores del siglo XX) ¡Cómo me gustaría conquistar la palabra para alumbrar la noche de mi entendimiento! Transmitir experiencias, expresar sentimientos con precisas palabras,
Oh sí, cariño, por el contrario, y no hay corridas de toros. Los bailarines bailan con largos pantalones blancos. No es correcto despedir a tus tías. Ven tío, vamos a casa. El hogar es donde está el corazón, el hogar es donde está el pedo. Ven, déjanos pedorrear en la casa. No hay arte en un pedo.
Ernest Hemingway (1899-1961) was one of the most significant American authors of the Twentieth century . His novels and short fictions have left an indelible mark on the literary production of the United States and the world. Although most often remembered for his economical and understated fiction, he was also a noted journalist.
Dentro de su producción literaria, Tres historias y diez poemas emerge como la primera obra publicada por Hemingway, viendo la luz en 1923. Es ahora recuperada por Averso Poesía en el centenario de su publicación, con la particularidad de que se trata de la primera edición en castellano realizada.
28 de nov. de 2016 · Tres historias y diez poemas es un libro creado por el célebre escritor Ernest Hemingway que fue publicado en el año 1923. La primera edición contó sólo con 300 copias, gracias a la ayuda de uno de sus amigos más fieles, un hombre amante de la literatura apellidado McAlmon.
[Cuento - Texto completo.] Ernest Hemingway. Fue por una bagatela; algo acerca de la preparación del punch. Luego empezamos a luchar. Resbalé y se lanzó sobre mí poniéndome las rodillas en el pecho mientras me apretaba el cuello con las dos manos, como si quisiera estrangularme.
