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  1. 28 de ago. de 2022 · Dos Homo sapiens tratando de crear fuego. El descubrimiento del fuego fue uno de los hitos más importantes en la historia de la humanidad. Gracias a este elemento el hombre pudo calentarse, tener una defensa frente a los depredadores, cambiar su modo de alimentarse y, por supuesto, iluminar las oscuras noches.

  2. HISTORIA. Cuándo y cómo se descubrió el fuego: la verdad de la historia. Los humanos conocen y manipulan este elemento desde hace mucho tiempo. El incendio Dixie quema un bosque cerca de Susanville. Fotografía de Lynsey Addario. Por Redacción National Geographic. Publicado 12 abr 2023, 08:23 GMT-3.

  3. El descubrimiento del fuego por el hombre se sitúa hace unos 1.6 millones de años. De hecho, no fue propiamente el humano de nuestros días el que lo descubrió, sino el homo erectus, un homínido que ya quedó extinto en la cadena evolutiva.

  4. El fuego fue descubierto por el «Homo Erectus». El Homo Erectus no solo conocía la manera de hacer fuego, sino que lo utilizaba para varias cosas además de calentarse como son defenderse e iluminarse por la noche o cocer sus alimentos y fabricar las herramientas que necesitaba.

  5. 27 de sept. de 2021 · El descubrimiento y sobre todo el control del fuego por los primeros homininos fue un punto de inflexión en la evolución tecnológica de los seres humanos. Con él se proporcionaba una fuente de calor e iluminación, protección contra los depredadores (especialmente durante la noche), una forma de crear herramientas de caza más ...

  6. 6 de feb. de 2022 · Alejandro I. López 6 febrero, 2022. Getty Images. Hace 170,000 años, nuestros ancestros ya dominaban el fuego y sabían dónde ubicarlo exactamente para una mínima exposición al humo. El uso y control del fuego fue un paso decisivo en la evolución y supervivencia humana.

  7. Se cree que los primeros humanos descubrieron el fuego al observar los incendios forestales causados por la caída de rayos. A medida que los humanos comenzaron a experimentar con el fuego, aprendieron a encenderlo frotando palos o piedras, creando chispas que podían encender la madera seca.