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En la religión, la tentación es una incitación a pecar realizada por el Diablo. Del latín temptatĭo, la tentación es la instigación que induce el deseo de algo. Puede tratarse de una persona, una cosa, una circunstancia u otro tipo de estímulo. La tentación está asociada a la seducción y la provocación.
por Alvaro Matamala - Enero 6, 2023. La tentación lleva al pecado y acarrea consecuencias que pueden causar daño personal y afectar a otros. ¿Qué es la tentación y cómo podemos enfrentarla? Uno de los aspectos que definen nuestra vida como cristianos es la importancia que le damos a nuestras debilidades y deseos.
De acuerdo con la Biblia, la tentación tiene dos orígenes: uno externo y otro, interno. Origen externo de la tentación Cuando tenemos claro que la tentación es la antesala del pecado y nuestro progresivo alejamiento de los preceptos de Dios, es fácil entender que desde el comienzo de los tiempos Satanás ha sido nuestro mayor tentador.
- Fernando Alexis Jiménez
1. f. Instigación o estímulo que induce el deseo de algo. Sin.: atracción, provocación, incitación, seducción, sugestión, fascinación, embaucamiento. 2. f. Persona, cosa o circunstancia que provoca la tentación. Sin.: atracción. 3. f. Rel. Solicitación al pecado inducida por el demonio. caer alguien en la tentación.
Según el diccionario de lengua española, la tentación es la incitación a desear algo que, habitualmente no nos conviene a largo plazo. En el ámbito de la religión, identificamos la tentación como la inclinación hacia el pecado que todo cristiano debe evitar a toda costa.
Tentación es el deseo de realizar una acción inmediatamente agradable pero probablemente dañina a largo plazo, por multitud de razones: legal, social, psicológica (incluyéndose la culpa), etc. También designa al acto de coaccionar o inducir a una persona la realización de un acto, por manipulación o por influencia de curiosidad, deseo o ...
LA TENTACIÓN: LA FE SOMETIDA A PRUEBA. Poner a prueba, someter a tentación, no es algo negativo en la historia religiosa de Israel y de la primera comunidad cristiana. Es la ocasión que Dios ofrece al hombre para conocer su realidad en profundidad, es decir, para que pueda saber lo que hay en su corazón.