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  1. WILLIAM BLAKE 12 La abeja laboriosa no tiene tiempo para la tristeza. El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría. Los únicos alimentos sanos son aquellos que no coge la red ni el cepo. Usa número, pesa y medida en un año de escasez. Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela

  2. Duerme, duerme, niño afortunado, que toda la creación duerme y sonríe; duerme, duerme felices sueños, mientras tu madre llora sobre ti. Dulce bebé, en tu rostro puedo discernir la santa imagen; dulce bebé, otrora como tú yacía tu hacedor y lloraba por mí. Lloró por mí, por ti, por todos cuando era apenas un pequeñito.

  3. El propósito de estas páginas es considerar la construcción del mito romántico de la imaginación en dos textos de William Blake que participaron de la recepción inicial de la Revolución Francesa en Inglaterra.

    • Introducción
    • II. El cordero
    • El pastor
    • X. Jueves Santo
    • XI. Capullo
    • El deshollinador
    • La imagen divina
    • XV. Un sueño
    • Sobre el pesar ajeno
    • El niñito perdido
    • El niñito encontrado
    • Introducción
    • Respuesta de la Tierra
    • Cantar de la niñera
    • La mosca
    • IV. El tigre
    • La niñita perdida
    • La niñita encontrada
    • El terrón y el guijarro
    • El pequeño vagabundo
    • Un árbol venenoso
    • XI. El ángel
    • La rosa enferma
    • A Tirzah
    • Un niñito extraviado
    • XX. Pena infantil
    • El escolar
    • Londres
    • Una niñita extraviada
    • El deshollinador

    Soplaba mi flautín por valles silvestres, tocaba canciones de júbilo afable, en una nube distinguí a un niño, que con risas me dijo: «¡Sopla un cantar que hable del Cordero!» lo toqué con ánimo risueño. «Flautista, sopla de nuevo ese cantar». Volví a hacerlo: lloró al escucharlo. «Suelta tu flautín, tu flautín dichoso; canta tus canciones de acento...

    ¿Quién te hizo, Corderito? ¿Conoces a quien te creó? ¿Quién te dio la vida y te irguió junto al arroyo y sobre el prado; te dio un abrigo delicioso, manto suave, lanoso, brillante; te dio una voz tan tierna, que causa regocijo en los valles? ¿Quién te hizo, Corderito? ¿Conoces a quien te creó? Yo te lo diré, Corderito; yo te lo diré, Corderito: es ...

    ¡Qué dulce es la dulce fortuna del Pastor! Deambula desde el alba hasta el atardecer; debe seguir a su rebaño el día entero, su lengua se embeberá con alabanzas. Pues oye el inocente llamado del borrego, escucha la tierna respuesta de la oveja; vigila mientras permanecen en calma pues saben cuándo está próximo su Pastor. IV. Alegría infantil «No po...

    Era un jueves Santo, limpios sus rostros inocentes, los niños andaban en parejas, de rojo, azul y verde, bedeles canosos iban delante, con varas blancas como nieve, fluyendo como el Támesis hasta dentro de la alta cúpula de San Pablo. ¡Oh, qué multitud parecían esas flores de la ciudad de Londres! Sentados en grupo poseían un resplandor propio. Hab...

    ¡Risueño, risueño gorrión! Bajo las hojas tan verdes Un Capullo feliz te ve que raudo como una flecha Buscas tu cuna ceñida junto a mi pecho. ¡Lindo, lindo petirrojo! Bajo las hojas tan verdes un Capullo feliz te oye sollozar y sollozar, lindo, lindo petirrojo, junto a mi pecho.

    Cuando mi madre murió yo era muy joven, cuando mi padre me vendió mi boca apenas podía gemir, gemir, gemir, gemir, así que limpio chimeneas y duermo en el hollín. Un día el pequeño Tom Dacre lloró cuando raparon su cabeza rizada como el lomo de un cordero, le dije: «¡Calla, Tom! No importa, porque con la cabeza desnuda el hollín no arruinará tu pel...

    la Misericordia, la Piedad, la Paz y el Amor, les rezan todos los afligidos, a estas virtudes del deleite brindan todos su agradecimiento. Pues Misericordia, Piedad, Paz y Amor son Dios, nuestro padre amado, Misericordia, Piedad, Paz y Amor son el Hombre, su hijo y su desvelo. Porque es humano el corazón de la Misericordia, humano es el rostro de l...

    Cierta vez un sueño tejió una sombra sobre mi cama que un ángel protegía: era una hormiga que se había perdido por la hierba donde yo creía que estaba. Confundida, perpleja y desesperada, oscura, cercada por tinieblas, exhausta, tropezaba entre la extendida maraña, toda desconsolada, y le escuché decir: «¡Oh, hijos míos! ¿Acaso lloran? ¿Oirán cómo ...

    ¿Puedo ver la desventura ajena, y no entristecerme también? ¿Puedo ver el padecimiento de alguien sin tratar de aliviarlo afablemente? ¿Puedo ver cómo cae una lágrima sin sentir que comparto ese dolor? ¿Puede ver un padre que su hijo llora, sin sentirse henchido de pena? ¿Puede una madre escuchar sentada el gemido de un niño, el miedo del bebé? ¡No...

    «¡Padre, padre! ¿Adónde vas? ¡Oh, no camines con tanta prisa! Habla, padre, háblale a tu hijito, porque si no voy a perderme». La noche era oscura, allí no había padre alguno. El niño estaba empapado de rocío; el lodazal era profundo, y el pequeño lloraba. Y la neblina se alejó volando. XVII.

    El niñito perdido en el pantano solitario, guiado por la luz errante, empezó a llorar; pero Dios, siempre cercano, apareció como su padre, vestido de blanco. Besó al chiquillo y tomándole la mano lo condujo hasta su madre, que pálida de pena, por el solitario valle, llorando a su hijito buscaba. **** Canciones de experiencia (Segunda Parte)

    ¡Escuchen la voz del Bardo! El que contempla Presente, Pasado Futuro; cuyos oídos escucharon la Palabra Sagrada, el que anduvo entre los ancianos árboles. Convocaba al Alma descarriada, lloraba en el rocío del crepúsculo; el que podía controlar el polo estrellado, renovar la luz caída, rebajada. ¡Oh Tierra, Oh Tierra, regresa! «Emerge de la hierba ...

    La Tierra alzó su cabeza desde la tiniebla pavorosa, lúgubre. Carente de luz, pétreo espanto. Con su cabellera cubierta de gris desesperación. «Aprisionada en la costa empapada, un centelleo celoso custodia mi escondrijo frío y helado, y entre lágrimas escucho al Padre de los hombres antiguos. ¡Padre egoísta de los hombres! ¡Miedo cruel, celoso y e...

    Cuando las voces de los niños se oyen en el prado los susurros colman el valle, los días de mi juventud afloran en mi recuerdo, mi rostro empalidece, verdoso. Venid pues al hogar, mis niñitos, que el sol se puso se alza el rocío de la noche; se diluyen en juegos vuestros días y primaveras, en disfraces vuestras noches e inviernos.

    Pequeña mosca, tu jugueteó veraniego fue truncado por mi descuidada mano. ¿No soy yo una mosca como tú? ¿O no eres tú un hombre como yo? Porque bailo bebo, y canto hasta que alguna mano ciega me barre el ala. Si el pensamiento es vida, fortaleza y aliento; la carencia de pensamiento es muerte; entonces yo soy una mosca feliz, ya vivo, ya muerto.

    Tigre, tigre, que ardes brillante en los bosques de la noche: ¿qué mano u ojo inmortal pudo delinear tu tremenda simetría? ¿En qué profundidades o cielos distantes ardió el incendio de tus ojos? ¿Con qué alas se atreve su aspiración? ¿Cuál es la mano que osa atrapar tal fuego? ¿Y cuál escápula, cuál arte pudo entrelazar las fibras de tu corazón? Y ...

    En el porvenir proféticamente veo que desde el sueño la tierra (grabaos bien hondo la frase) se alzará y buscará mansamente a su hacedor; el desierto salvaje se volverá un sereno jardín. En las tierras del sur donde el primor del verano jamás se desvanece, yace la hermosa Lyca. Con siete veranos de edad, dijo la hermosa Lyca, ya deambuló largamente...

    La noche entera, infortunados, van los padres de Lyca través de valles profundos mientras los desiertos lloran. Exhaustos y desconsolados, roncos de tanto gemir, siete días tomados de los brazos las sendas del desierto rastrearon. Duermen siete noches entre sombras profundas, sueñan que ven a su niña famélica en la salvaje arena. Apagada, sin rumbo...

    «El amor no anhela complacerse a sí mismo ni por sí mismo se inquieta, en cambio al otro da sosiego, construye un Cielo en la desolación del Infierno». Así cantaba un diminuto Terrón de Arcilla pisoteado por las patas del ganado, pero un Guijarro del cañadón murmuró estos versos apropiados: «El amor sólo busca darse el gusto, encadenar al otro a su...

    Querida madre, querida madre, qué helada está la Iglesia, pero la taberna es reconfortante, agradable y cálida; además, sé perfectamente dónde me tratan bien, aunque tal trato en el cielo nunca daría resultado. Pero si en la Iglesia nos dieran un poquito de cerveza, un buen fogón que reconforte nuestras almas, cantaríamos y rezaríamos la jornada en...

    Estaba enojado con mi amigo: le manifesté mi ira, la ira terminó. Estaba enojado con mi enemigo: me quedé callado, y mi ira aumentó. En el miedo la fui regando, de noche y de día con mis lágrimas; con sonrisas la fui asoleando, con sutiles y arteras estratagemas. Así creció de día y de noche, hasta volverse una brillante manzana; mi enemigo observó...

    ¡Tuve un sueño! ¿Cuál es su significado? Yo era una Reina virginal custodiada por un manso ángel: ¡el dolor insensato nunca fue engañado! yo lloraba de día y de noche, él las lágrimas me enjugaba, yo lloraba de día y de noche, le ocultaba las delicias de mi corazón. Hasta que extendió sus alas y se marchó; entonces la mañana se tiñó de rubor; sequé...

    Oh, rosa, ¡estás enferma! El gusano invisible que vuela por la noche cuando ruge la tormenta ha descubierto tu cama de regocijo carmesí: y su secreto amor oscuro destruye tu vida.

    Todo lo Nacido de Origen Mortal deberá consumirse con la Tierra para elevarse libre de la Procreación: entonces, ¿qué tengo yo que ver contigo? Los Sexos brotaron de la Vergüenza el Orgullo, resoplaron en la mañana; sucumbieron al atardecer, pero la Misericordia transformó a la Muerte en Sueño: los Sexos se irguieron para trabajar padecer. Tú, Madr...

    «Nadie ama a otro como a sí mismo, ni venera a nadie del mismo modo, y tampoco es posible que piense conocer a otro más grande que él. Padre, entonces, ¿cómo puede crecer mi amor por ti o alguno de mis hermanos? Te amo como el pajarito que picotea migas en torno a la puerta». Sentado cerca, el Cura escuchó al niño, tembloroso de celo lo agarró por ...

    Quejidos de mi madre. Llanto de mi padre. Emergí hacia el peligroso mundo: indefenso, desnudo, a los chillidos, como un demonio oculto en una nube. Debatiéndome entre las manos de mi padre, tizoneaba los lazos de mis pañales. Hasta que inmóvil y exhausto pensé que lo mejor era resignarme sobre el pecho de mi madre.

    Una cosita negra entre la nieve, gimiente ¡llora! ¡llora! con notas de pesar. «Dime: ¿dónde están tu padre y tu madre? Ambos fueron a la iglesia para rezar. Porque yo era feliz en los montes le sonreía a la nieve invernal, me cubrieron con ropajes de muerte me enseñaron a cantar notas de dolor. porque soy feliz, y bailo y canto, creen que no me han...

    Una cosita negra entre la nieve, gimiente ¡llora! ¡llora! con notas de pesar. «Dime: ¿dónde están tu padre y tu madre? Ambos fueron a la iglesia para rezar. Porque yo era feliz en los montes le sonreía a la nieve invernal, me cubrieron con ropajes de muerte me enseñaron a cantar notas de dolor. porque soy feliz, y bailo y canto, creen que no me han...

    Una cosita negra entre la nieve, gimiente ¡llora! ¡llora! con notas de pesar. «Dime: ¿dónde están tu padre y tu madre? Ambos fueron a la iglesia para rezar. Porque yo era feliz en los montes le sonreía a la nieve invernal, me cubrieron con ropajes de muerte me enseñaron a cantar notas de dolor. porque soy feliz, y bailo y canto, creen que no me han...

    Una cosita negra entre la nieve, gimiente ¡llora! ¡llora! con notas de pesar. «Dime: ¿dónde están tu padre y tu madre? Ambos fueron a la iglesia para rezar. Porque yo era feliz en los montes le sonreía a la nieve invernal, me cubrieron con ropajes de muerte me enseñaron a cantar notas de dolor. porque soy feliz, y bailo y canto, creen que no me han...

  4. William Blake, vidente de este cielo. Durante las décadas de 1920 y 1930, coincidentes con el auge internacional de su reputación, la obra de William Blake gozó de una notable difusión en España, siendo traducido y comentado, entre otros, por autores tan destacados como Salvador de Madariaga –que ya en 1922 lo juzgaba superior a ...

  5. Augurios de Inocencia Ver un Mundo en un Grano de Arena y un Cielo en una Flor Silvestre; tener el Infinito en la palma de tu mano y la Eternidad en una hora.

  6. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente el trabajo de Blake cuenta con una alta consideración. Por la relación que en su obra tienen la poesía y sus grabados respectivos suele ponerse a Blake como ejemplo del «artista total».

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