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  1. El poeta utiliza metáforas para describir la presencia del sol en su mente y en su interior, como si fuera un mar y una cisterna, respectivamente. Anáfora "despeinado y dulce, claro y amarillo"

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  2. ese sol con sueño que sigue a los niños. (El fuego de mayo me armó caballero: yo era el Niño Andante, y el sol, mi escudero.) Todo el cielo era de añil; toda la casa, de oro. ¡Cuánto sol se me metía por los ojos! Mar adentro de la frente, a donde quiera que voy, aunque haya nubes cerradas, ¡oh cuánto me pesa el sol! ¡Oh cuánto me ...

  3. Sol de Monterrey. No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí. como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño.

  4. SOL DE MONTERREY. No cabe duda: de niño, a mí me seguía el sol. Andaba detrás de mí. como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño. que sigue a los niños.

  5. Sol de monterrey. de Alfonso Reyes. No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños. (El fuego de mayo me armó caballero: yo era el niño andante, y el sol, mi escudero.) Todo el cielo era de añil, toda la casa, de oro.

  6. No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí como perrito faldero; despeinado y dulce,

  7. 1. Sol De Monterrey. No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí. como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño. que sigue a los niños. (El fuego de mayo. me armó caballero: yo era el Niño Andante, y el sol, mi escudero.) Todo el cielo era de añil, toda la casa, de oro. ¡Cuánto sol se me metía.