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5. LA PROFECÍA DE SIMEÓN. Cuando José y María presentaron al niño en el templo de Jerusalén, Simeón les bendijo y luego, bajo el impulso del espíritu profético, se dirigió a la Virgen con estas breves palabras: "Este niño está destinado para ser caída y resurgimiento de muchos en Israel; será signo de contradicción, para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones.
Profecía de Simeón. 25 En ese tiempo, había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era justo y devoto, y esperaba con anhelo que llegara el Mesías y rescatara a Israel. El Espíritu Santo estaba sobre él 26 y le había revelado que no moriría sin antes ver al Mesías del Señor. 27 Ese día, el Espíritu lo guio al templo.
Virgen María. / María en el Nuevo Testamento. / La Profecía de Simeón. P. Félix López, S.H.M. La profecía de Simeón: “una espada te traspasará el alma” (Lc 2, 34-35) La profecía se encuadra en el contexto de la purificación de la Virgen y de la presentación de Jesús en el templo.
18 de dic. de 1996 · La profecía de Simeón asocia María al destino doloroso de su Hijo. 1. Después de haber reconocido en Jesús la "luz para alumbrar a las naciones" ( Lc 2, 32), Simeón anuncia a María la gran prueba a la que está llamado el Mesías y le revela su participación en ese destino doloroso.
A partir de la profecía de Simeón, María une de modo intenso y misterioso su vida a la misión dolorosa de Cristo: se convertirá en la fiel cooperadora de su Hijo para la salvación del género humano. Favores singulares prometidos por Jesús a los devotos de los Dolores del Corazón Traspasado de María Santísima.
4 de sept. de 2023 · La profecía de Simeón «Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o ...
Lucas 2:35 es un versículo bíblico que describe la profecía del anciano Simeón a María, la madre de Jesús, después de presentar al niño en el templo de Jerusalén. La profecía dice: "y una espada traspasará tu misma alma, para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones".