Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

    • Psicólogo Social
    • Yo no quiero morir en tierra: me da un pánico terrible. A mí, que me encanta volar en avión y ver pasar las nubes, me gustaría que un día el aparato en el que viajo se perdiera y no volviera.
    • Las palabras abren puertas sobre el mar. Una metáfora de gran valor poético.
    • Me marché con el puño cerrado... Vuelvo con la mano abierta. Esta frase célebre de Alberti ha sido interpretada de distintos modos, por ejemplo en alusión a su etapa de exilio.
    • La libertad no la tienen los que no tienen su sed. Para encontrar la libertad hay que luchar y resistir.
    • La libertad no la tienen los que no tiene su sed.
    • Me marché con el puño cerrado… Vuelvo con la mano abierta.
    • Alma en pena: el resplandor sin vida, tu derrota.
    • A través de los siglos, por la nada del mundo, yo, sin sueño, buscándote.
  1. Frases de Rafael Alberti. 01. La libertad no la tienen los que no tienen su sed. 02. Alma en pena: el resplandor sin vida, tu derrota. 03. Pero tú, despertando, me hundiste en tus ojos. 04. Me marché con el puño cerrado...

  2. Frases, citas y aforismos de Rafael Alberti. 8 en español. “La libertad no la tienen los que no tienen su sed.” Rafael Alberti. Comparte Tweet. Filtra por tema. ciudad (1) libertad (1) morir (1) palabras (1) sensibilidad (1) sentimientos (1) vida (1) voluntad (1) Todas las frases de Rafael Alberti. más sobre esta frase ››.

  3. Rafael Alberti, reconocido poeta y escritor, dejó un legado de frases que continúan inspirando a generaciones. Con su profunda sensibilidad y maestría en las letras, Alberti supo plasmar pensamientos y reflexiones que trascienden el tiempo.

  4. Frases y Citas Célebres de Rafael Alberti (27 frases) “ Yo nunca seré de piedra, lloraré cuando haga falta, gritaré cuando haga falta, reiré cuando haga falta, cantaré cuando haga falta ” ― Rafael Alberti

  5. Rafael Alberti Hace falta estar ciego, tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio, cal viva, arena hirviendo, para no ver la luz que salta en nuestros actos, que ilumina por dentro nuestra lengua, nuestra diaria palabra.