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Ezequiel 37. Reina-Valera 1960. El valle de los huesos secos. 37 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 ...
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1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?
- La mano de Yavé se posó sobre mí. Yavé me hizo salir por medio de su espíritu. Me depositó en medio de un valle, que estaba lleno de huesos humanos.
- Me hizo recorrer el valle en todos los sentidos; los huesos esparcidos por el suelo eran muy numerosos, y estaban completamente secos.
- Entonces me dijo: '¿Hijo de hombre, podrán revivir estos huesos?' Respondí: 'Yavé, tú lo sabes.
- Me dijo: 'Profetiza con respecto a estos huesos, les dirás: ¡Huesos secos, escuchen la palabra de Yavé!'
1 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
Ezequiel 37. El valle de los huesos secos. 1 El poder de Dios vino sobre mí, y su espíritu me llevó a un valle que estaba lleno de huesos. 2 Me hizo recorrer el valle de un lado a otro, y pude ver que allí había muchísimos huesos, y que todos estaban completamente secos. 3 Entonces Dios me dijo: