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  1. Cuento de Epaminondas y su madrina para leer y escuchar en Árbol ABC. Epaminondas y su madrina es un cuento folclórico de Norteamérica que adaptamos para niños.

  2. Graciela Bialet. Versión libre, hilarante e ingeniosa, de un cuento popular afroamericano. Epaminondas era un chico bastante distraído, olvidadizo y despistado. Su madre temía que nunca fuera capaz de hacer un encargo pues cada vez que su abuela le enviaba algo con él, el niño terminaba por perderlo de la manera más estrambótica posible ...

  3. Epaminondas (en griego: Ἐπαμεινώνδας, ; h. 418 a. C.-362 a. C.) fue un general y político griego del siglo IV a. C., quien convirtiera la polis de Tebas en la nueva potencia hegemónica de Grecia, sustituyendo a Esparta .

  4. 1 de nov. de 2016 · Letra de cuentos infantiles. Epaminondas, un cuento tradicional sobre la educación y las dificultades de hacerse entender. Una versión contada por la escritora y cuentacuentos, Beatriz Montero para los lectores de Guiainfantil.

  5. academia-lab.com › enciclopedia › epaminondasEpaminondas _ AcademiaLab

    Epaminondas defendiendo Pelopidas en el asedio de Mantinea (385 aC) En los años posteriores a la conquista espartana, los tebanos exiliados se reagruparon en Atenas y, a instancias de Pelópidas, se prepararon para liberar su ciudad. Mientras tanto, en Tebas, Epaminondas comenzó a preparar a los jóvenes de la ciudad para luchar contra los ...

  6. A la semana siguiente, la madre se preparó para ir de visita a casa de la tía. (De la casa, sale la MADRE con una gran olla y la pone en el escalón cercano a la puerta.) MADRE.-. Epaminondas, hijo mío, ya me voy. Dejo aquí junto a la puerta, para que se enfríe, esta olla con leche hervida. ¡Cuidadito como la derramas!

  7. Epaminondas estaba muy orgulloso de llamarse así. Todos los días iba a ver a su madrina, que vivía muy lejos del pueblo, y siempre ella le hacía un regalito. Un día le dio un pedazo de bizcocho muy tierno: —No lo pierdas, Epaminondas —le dijo— llévalo bien apretado. —Quédate tranquila, madrinita, que no lo perderé — dijo ...