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  1. Comunicar malas noticias es una tarea estresante para los médicos por variadas razones. Una de las más importantes es la creencia generalizada de que el desvelamiento de un diagnóstico sombrío afectará negativamente a la evolución del paciente o a su colaboración con el plan terapéutico.

    • F. García Díaz
    • 2006
  2. Podemos definir una mala noticia como aquella que de un modo drástico y negativo altera la visión del paciente y/o sus familiares, sobre su futuro. Los factores que difi-cultan el dar malas noticias pueden provenir del estado sociocultural del paciente o del médico.

    • Raúl Carrillo Esper, Nilson Agustín Contreras Carreto, Miguel Remolina Schlig, Francisco Javier Ramí...
    • 2007
  3. En el apartado de comunicar malas noticias (con grado de recomendación fuerte) se destacan: Tener suficiente tiempo disponible para el proceso de información; Expresar solidaridad; Usar un lenguaje claro y sin tecnicismos; Usar silencios para permitir que se asimile la información

  4. La comunicación de malas noticias, entre ellas la comunicación de la limitación de tratamientos de soporte vital (LTSV), pone de relieve la gran importancia de comunicar adecuadamente.

  5. Podemos definir una mala noticia como aquella que de un modo drástico y negativo altera la visión del paciente y/o sus familiares, sobre su futuro. Los factores que dificultan el dar malas noticias pueden provenir del estado sociocultural del paciente o del médico.

    • Raúl Carrillo Esper, Nilson Agustín Contreras Carreto, Miguel Remolina Schlig, Francisco Javier Ramí...
    • 2007
  6. ¿QUÉ SON MALAS NOTICIAS? El abanico de posibles malas noticias es realmente amplio en el ejercicio de las profesiones sanitarias. Las malas noticias pue den aso-ciarse a diagnósticos menos ‘severos’: por ejemplo, de enfermed ades crónicas como la diabetes; con incapacidades o pérdidas funciona-

  7. En este contexto, se expone el debate respecto a cómo proceder en estas situaciones a la luz de los principios éticos en juego y la evidencia empírica disponible; y se describen las recomendaciones de los protocolos que estructuran el proceso de comunicación de malas noticias.