Resultado de búsqueda
El hombre del brazo de oro, Tras hacer historia con "Carmen Jones", Otto Preminger dirigió esta audaz película de cine negro que se convirtió en la primera de Hollywood en hablar sobre la drogadicción.
Cabe destacar que varias de sus películas, fueron motivo de polémica durante su época, pues tocó temas como la drogadicción, violación sexual y corrupción. Ficha técnica. Título original: The Man With the Golden Arm. Título: El hombre del brazo de oro. Estados Unidos/ 1955. Dirección: Otto Preminger
Películas como Anatomía de un asesinato, Al borde del peligro y especialmente Laura son ejemplares muestras de su buen trabajo y su capacidad para mantener en todo lo alto la atención del espectador. Pero, con El hombre del brazo de oro, Preminger da una vuelta de tuerca y ofrece al espectador una película de adultos y para adultos.
El hombre del brazo de oro (The Man with the Golden Arm) Frankie acaba de salir de un programa de tratamiento de drogas. Incapaz de conseguir un trabajo como músico, se reanuda como distribuidor en un pequeño juego circulante de póquer. Estar de vuelta en el mundo que primero lo llevó a la adicción, finalmente lo sumerge de nuevo. 1 h 54 ...
James Harrison merece mucho más que eso. Conocido como "El hombre del brazo de oro", Harrison ha donado sangre casi todas las semanas durante los últimos 60 años. Después de 1.100 donaciones ...
No todo lo viejo es bueno. raphaeldicecho. 3 de 11 miembros. escribe tu crítica. Leer críticas de El hombre del brazo de oro, dirigida por Otto Preminger. Año: 1955. Consulta críticas de usuarios y opiniones sobre El hombre del brazo de oro, y lee lo que opinó la crítica tanto profesional como de usuarios de El hombre del brazo de oro.
Frankie Machine vive en el Chicago de los años cuarenta,y tiene claro que como crupier clandestino «Todo es cuestión de muñeca y yo tengo el toque». Porque él tiene el toque,y un brazo de oro. Mafiosos, camellos, drogadictos, prostitutas, éste es el ambiente que rodea a Frankie,en el barrio polaco de la ciudad.
