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  1. La Sirenita se dio cuenta en seguida del peligro que corrían aquellos hombres: un viento helado y repentino agitó las olas, el cielo entintado de negro se desgarró con relámpagos amenazantes y una terrible borrasca sorprendió a la nave desprevenida. RinconCastellano 1997 – 2011 www.rinconcastellano.com.

  2. La Sirenita: cuento clásico. Había una vez, en las profundidades del mar (donde los corales se esconden y el agua es más fría), una dulce sirena que nació en una tarde cálida de verano. Su cabello era largo como las noches de invierno y su piel del color de la blanca arena, sin embargo, y aunque era tan bella que parecía de otro mundo ...

  3. Cuento original de la Sirenita. El Príncipe, a pesar de sus dulces palabras y cariñosos gestos, estaba aún cegado por su propio recuerdo, incapaz de ver que la sirenita había sido la verdadera salvadora de su vida. Ella escuchaba sus confidencias con un corazón lleno de amor, pero también de desesperación.

  4. 16 de ene. de 2017 · Audio Cuento para niños "LA SIRENITA" para ayudarlos a dormir. Estos cuentos infantiles pertenecen a la App para Android e iOS "PlayTales Gold" que podéis de...

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  5. El Cuento de la Sirenita Corto. En las profundidades del mar azul, donde la luz del sol se transformaba en un baile de colores iridiscentes, vivía una sirena llamada Coral. Era la hija menor del Rey Tritón, un monarca sabio y justo que reinaba sobre los océanos con sabiduría y benevolencia. Coral era una sirena curiosa y aventurera ...

  6. La sirenita . Hans Christian Andersen . En alta mar el agua es azul como los pétalos de la más hermosa centaura, y clara como el cristal más puro; pero es tan profunda, que sería inútil echar el ancla, pues jamás podría ésta alcanzar el fondo. Habría que poner muchos campanarios, unos encima de

  7. La Sirenita, conmovida, miró hacia abajo, hacia el mar en el que navegaba el barco del príncipe, y notó que los ojos se le llenaban de lágrimas, mientras las hadas le susurraban: -¡Fíjate! Las flores de la tierra esperan que nuestras lágrimas se transformen en rocío de la mañana. ¡Ven con nosotras!

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