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  1. 20 de sept. de 2013 · Los Estados Pontificios, reducidos a la ciudad de Roma y al Lazio, constituyen el único territorio de la Península Itálica que no forma parte aún del nuevo reino italiano, y lo que es aún ...

  2. 18 de mar. de 2020 · Estados Pontificios, territorio italiano que estuvo bajo la autoridad directa y temporal del papa desde el 756 hasta 1870. También reciben la denominación de territorios del Papado. Los papas pasaron a ser los gobernantes de la ciudad de Roma y de las zonas circundantes hacia el siglo VI d.C. Este dominio fue cedido oficialmente al papa ...

  3. Los Estados Pontificios, oficialmente Estado de la Iglesia (en italiano: Stato della Chiesa), fueron los territorios en la península itálica bajo la autoridad directa del papa desde el año 756 hasta 1870. En su máxima extensión, cubrieron las regiones italianas modernas de Lacio, Las Marcas, Umbría y Emilia-Romaña.

  4. Los Estados Pontificios mantenían relaciones comerciales con otros reinos y ciudades-estado de Europa, importando productos como telas y especias, y exportando alimentos y productos manufacturados. El comercio interno también era importante, ya que las diferentes regiones del territorio tenían recursos y productos especializados. 5.3.

  5. La única ciudad y estado que quedaba para conseguir la completa unificación de Italia era Roma y los Estados Pontificios. Fueron diferentes contiendas e intentos las que se llevaron a cabo puesto que Víctor Manuel se había comprometido a mantener el dominio del Papa en la capital, después los franceses custodiaban la ciudad y, finalmente, las tropas de Víctor Manuel ocuparon Roma.

  6. La formación de los Estados Pontificios La derrota de los lombardos permitió la creación en el año 754 la formación del Estado pontificio. 14 DE JUNIO DE 2013 · 22:00

  7. Congregación para la erección de la Iglesia y las provisiones consistoriales, cuyo objetivo era examinar y decidir las fundaciones de nuevas diócesis. Congregación para la Abundancia del Estado Eclesiástico, cuyo objetivo era controlar las fuerzas productivas de los Estados Pontificios y prevenir las carestías.