Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. El almuerzo, 1617. Museo del Hermitage. Dado que el cuadro perteneció a la colección personal de Catalina la Grande, se remonta a los primeros tiempos del museo, aunque todavía se discute su verdadera autoría. Esta obra del maestro español se expone en la sala 239 del Nuevo Hermitage. Peter Paul Rubens.

  2. 37,95 US$. Los jardines y palacios de la localidad de Pushkin (antes Tsarkoye Selo), a 24 kilómetros al sur de San Petersburgo, son otra de las fantásticas creaciones de Pedro el Grande y su esposa, Catalina I, cuyas sucesoras Isabel I y Catalina II llevaron a su máxima expresión.

  3. 29 de sept. de 2020 · La reconstrucción de Catalina. Para el otoño de 1763, la recientemente coronada emperatriz Catalina II viajó desde Moscú a San Petersburgo, se instaló en el nuevo palacio y lo hizo su centro de poder. Casi todos los gobernantes de la dinastía de los Romanov, a partir de Catalina la Grande, residirían allí.

  4. Día 6: Palacio de Catalina la Grande en Pushkin, visita del interior de la Iglesia de San Salvador sobre la Sangre Derramada, Plaza Sennaya y canales de San Petersburgo. Día 7: visita del Museo del Hermitage, Convento Smolny y metro de San Petersburgo. A última hora de la tarde cogimos el vuelo de regreso a Madrid.

  5. 6 de sept. de 2018 · Palacio de Catalina. En la ciudad de Pushkin, a 25 kilómetros de San Petersburgo, se encuentra el Palacio de Catalina. El complejo forma parte de un conjunto de palacios y parques declarados Patrimonio de la Humanidad.

  6. La Plaza del Palacio es el centro neurálgico que ver en San Petersburgo en 3 ó 4 días. Seguro que recuerdas que esta plaza fue escenario del Domingo Sangriento en 1905 y la Revolución de Octubre en 1917. Esta plaza señorial es una de mis favoritas de San Petersburgo. Se llama así porque aquí está el Palacio de Invierno de los zares rusos.

  7. 30 de oct. de 2022 · Un enigma histórico. El salón de ámbar del zar Pedro I que se esfumó tras un bombardeo Robada por los nazis de un palacio de San Petersburgo, la legendaria Cámara de Ámbar que fue mandada construir por Federico Guillermo I de Prusia, y que después regaló al zar de Rusia Pedro I, fue llevada a Kaliningrado, donde su rastro se perdería para siempre en 1944.