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  1. 18 de may. de 2024 · Descartes: Dudo luego existo El primer fundamento de la filosofía cartesiana se resume en una breve y famosa frase: cogito ergo sum (pienso, luego soy o existo). 08 DE SEPTIEMBRE DE 2012 · 22:00

  2. El famoso dicho en latín "Cogito, ergo sum" significa "Pienso, luego existo". Esta frase emblemática, atribuida a René Descartes, resalta la importancia del pensamiento y la conciencia en la existencia del ser humano. A través de la reflexión y la duda metodológica, Descartes llegó a la conclusión de que nuestra capacidad de pensar ...

  3. 30 de jul. de 2018 · Aun cuando se pueden rastrear distintos antecedentes, Descartes es reconocido por haber sido el primero en formular el ego cogito: pienso, luego existo. Las discusiones en torno a esta fórmula, su significado y la utilidad que representa en las Meditaciones todavía cumplen un rol fundamental en las discusiones filosóficas contemporáneas.

  4. Pienso, luego existo. La duda, razona entonces Descartes, es un pensamiento: dudar es pensar. Ahora bien, no es posible pensar sin existir. La suspensión de cualquier verdad concreta, la misma duda, es un acto de pensamiento que implica inmediatamente la existencia del "yo" pensante. De ahí su célebre formulación: pienso, luego existo ...

  5. Partió de la Primera verdad o Cogito, ergo sum,«Pienso, luego existo». A partir del principio de que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad.

  6. René Descartes «Pienso, luego existo». Véase también Biografía en Wikipedia. Multimedia en Wikimedia Commons. Obras en Wikisource. Obras en Cervantes Virtual. Obras en el Proyecto Gutenberg (inglés). Datos en Wikidata. Esta página contiene citas de una persona fallecida hace 374 años.

  7. Una vez identificado este único principio indudable, el de que el pensamiento existe, argumentó que, si alguien se preguntaba si existía o no, el propio acto de pensar era, en sí mismo, una prueba de que existía: el famoso «Je pense, donc je suis» («Pienso, luego existo») -la afirmación similar en latín, «Cogito ergo sum», se encuentra en sus posteriores «Principios de Filosofía».