Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Versículos de la Biblia sobre 'Oh Dios' « » NVI. Comparar. Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. Salmo 16:1 confianza dependencia protección. Tú, oh Dios, estás sobre los cielos, y tu gloria cubre toda la tierra. Salmo 108:5 adoración cielo. Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra!

  2. 1. El salmo 62, que la Liturgia de las Horas nos propone para las Laudes del domingo en la semana primera, es el salmo del amor místico, que celebra la adhesión total a Dios, partiendo de un anhelo casi físico y llegando a su plenitud en un abrazo íntimo y perenne. La oración se hace deseo, sed y hambre, porque implica el alma y el cuerpo.

  3. La Biblia de las Américas. 23 Escudríñame, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. 24 Y ve si hay en mí camino malo[ a], y guíame en el camino eterno. Read full chapter.

  4. ¡Oh Dios, mi Dios! ¡Cómo te busco! ¡Qué sed tengo de ti en esta tierra reseca y triste en donde no hay agua! ¡Cómo anhelo encontrarte! NTV. Salmo de David, acerca de cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco.

  5. Salmos 139:23-24 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descarga La Biblia App ahora.

    • ¡Oh, Dios!1
    • ¡Oh, Dios!2
    • ¡Oh, Dios!3
    • ¡Oh, Dios!4
    • ¡Oh, Dios!5
  6. Omnipresencia y omnisciencia de Dios. Al músico principal. Salmo de David. 1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. 2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. 3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. 4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,

  7. DE LA MISERICORDIA DIVINA. ¡Oh Dios de gran misericordia!, bondad infinita, desde el abismo de su abatimiento, toda la humanidad implora hoy Tu misericordia, Tu compasión, ¡Oh Dios!; y clama con la potente voz de la desdicha. ¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal!

  1. Otras búsquedas realizadas