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El retorno del hijo pródigo (Terugkeer van de Verloren Zoon en neerlandés) es una obra del pintor holandés Rembrandt. Está realizado en óleo sobre tela, y fue pintado hacia el año 1662. Mide 262 cm de alto y 205 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo del Hermitage de San Petersburgo .
7 de ago. de 2023 · Es una pintura al óleo sobre lienzo del famoso pintor holandés Rembrandt: El retorno del hijo pródigo. El cuadro fue pintado en 1668 y ahora se conserva en el Museo del Hermitage en San Petersburgo.
El hijo pródigo es una obra del pintor holandés Rembrandt. Está realizado en óleo sobre tela, y fue pintado hacia el año 1662. Mide 262 cm de alto y 205 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo del Ermitage de San Petersburgo (Rusia). El cuadro se inspira en la parábola del hijo pródigo contenida en la Biblia.
- Museo del Hermitage
Rembrandt captura este momento crucial cuando el hijo pródigo, desgastado y humillado, regresa a su hogar después de haber malgastado su fortuna en una vida disoluta. La figura del hijo, arrodillada y con las manos juntas en actitud de súplica, refleja su arrepentimiento y su necesidad de perdón.
- Descripción Del Cuadro
- Rasgos Y Simbolismos
- Fuentes
El cuadro, pintado en esplendorosa técnica del claroscuro y del tenebrismo, rasgos definidores de la pintura barroca, representa dos grupos de personajes. A la derecha del cuadro, el abrazo entre un anciano y un joven harapiento, y a la izquierda, cuatro espectadores u observadores de la escena dos hombres y dos mujeres. Se observa al padre abrazan...
Los rostros y las miradas: Merece contemplarse con detenimiento el rostro del Padre, que se muestra íntegro, y los rostros de los dos hermanos, que sólo aparece en una de sus faces. La mirada del P...La fuerza del abrazo y de las manos del Padre: La centralidad del cuadro, el abrazo del reencuentro entre el Padre y el hijo menor, emana intimidad, cercanía, gozo, reconciliación, acogida. El Padr...La mano izquierda.Sobre el hombro del hijo, es fuerte y musculosa. Los dedos están separados y cubren gran parte del hombro y de la espalda del hijo. Se nota cierta presión, sobre todo en el pulgar...La derecha.Es fina, y suave. Los dedos están cerrados y son muy elegantes. Se apoyan tiernamente sobre el hombro del hijo menor. Quiere acariciar, mimar, consolar y confortar. Es la mano de una madre.El regreso del hijo pródigo de Rembrandt nos interpela acerca de nuestra propia vida cristiana en clave de hijo menor —¡tantas idas y venidas!, ¡tanto buscarnos solo a nosotros mismos, raíz del pecado!, ¡tantas mediocridades y faltas!— y de hijo mayor —el que todo lo sabe, el perfecto, el bien ataviado, el responsable, el cumplidor ...
Rembrandt ha pintado siempre sus escenas como auténticos acontecimientos, dotándolas de la tensión exigida y despojándolas de detalles superfluos. Es el caso del final de la Parábola del Hijo Pródigo, eligiendo el momento en que el hijo regresa a casa y recibe la misericordia del padre.
